Un escándalo sexual causó la estrepitosa caída del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien tuvo que renunciar al cargo tras recibir más de una decena de acusaciones de mujeres que fueron agredidas por el ahora apagado político.
En los últimos tiempos se han destapados este tipo de escándalos sexuales, protagonizados por políticos, deportistas, actores, empresarios, ex-gobernadores y hasta un príncipe, que ya están en esa lista negra.
Las bajas pasiones de hombres y por qué no mencionarlo también, mujeres, que haciendo abuso de su poder someten a sus víctimas mediante amenazas salen a la luz, tarde o temprano, pues afortunadamente este tipo de situaciones ya no se callan.
Y por supuesto que ya no deben ocultarse los abusos de esta naturaleza, cometidos, casi siempre, en perjuicio de personas vulnerables, pero que ahora tienen voz y voto para denunciar y hacerse escuchar.
Estas violaciones son un atentado a la dignidad de la persona y una forma aberrante de demostrar el poder, pues someten a mujeres de cualquier edad, pero lo peor, también a menores que no tienen ninguna culpa de caer en este sórdido mundo.
En México no han sido pocos los escándalos de este tipo, pues recordemos que ahora mismo enfrenta la justicia Mario Marín, ex-gobernador de Puebla, y que lo involucran con una red de pederastia en la que también participaban empresarios nacionales y uno que otro extranjero.
Aguascalientes por supuesto que no ha estado exento de estas situaciones y el tema fue abordado, sin resultados, en la reciente campaña electoral, pero no trascendió.
A nivel internacional uno de estos escándalos sexuales estuvo a punto de costarle la Presidencia de Estados Unidos al entonces mandatario Bill Clinton, que pagó caro, por lo menos en su reputación, haberse involucrado con una becaria.
Ahora mismo el príncipe Andrés de Inglaterra fue acusado por una mujer a la que supuestamente violó cuando ella era una adolescente; por cierto, el príncipe y muchos personajes más fueron involucrados en turismo sexual y red de pederastia que encabezaba el multimillonario Jeffrey Epstein, quien fue detenido para que fuera juzgado por varios delitos y misteriosamente apareció muerto, supuestamente por su propia mano, al interior de una celda.
O cómo olvidar los affaires del ex-presidente de EU, Donald Trump, que fue acusado una y otra vez por sus acciones contra las mujeres, pero que finalmente no tuvieron consecuencias, otra vez, debido al poder que ostentaba como mandatario del país más poderoso del mundo.
Ahora la guillotina le cayó al que pronto será ex-gobernador de Nueva York, que tenía una futura carrera política y que por sus bajas pasiones ya perdió toda la oportunidad de figurar en la política de su país.
Pero esos son escándalos que han trascendido a los medios y a la población, pero cuántos casos quedan en las sombras, pues por pudor, vergüenza o miedo, se calla, sufriendo los afectados las consecuencias, porque sienten que tienen la culpa cuando son las verdaderas víctimas.