Los datos sobre la producción industrial del pasado abril señalan que la actividad manufacturera cayó en la Entidad un doble de la media nacional, lo que se explica, entre otras cosas, por el hecho de que el sector de la manufactura es el primero entre las actividades en el Estado, junto con las del sector comercio, de tal manera que se habla de una cabida en el valor de esa producción de más de 80 por ciento respecto a abril pasado y la pérdida de unos 4 mil 400 puestos de trabajo, a la espera de los datos de mayo, que tampoco se esperan halagüeños.
Los expertos de Banxico, que preveían estas cifras conforme se prolongaba el parón económico, mencionan al menos dos escenarios ahora que la reapertura de la economía del país está en marcha, y para el caso local ya cumple tres semanas, pues hablan de una primera posibilidad de un fuerte rebote, ya que el crecimiento es natural luego de un período recesivo donde se toca fondo, aunque también consideran que la debilidad económica, ante la falta de estímulos de reactivación, pueda prolongar para el segundo semestre del año los terribles resultados que arrojará el primero.
No sabemos bien a bien qué pasa por la cabeza del secretario de Hacienda, en el entendido que pasan pocas ideas por la de la secretaria de Economía, aunque habrá que esperar que en algún momento el Gobierno federal entienda que si persiste en su negativa de apoyar a la empresa, que es la manera única de apoyar la actividad económica y salvaguardar los empleos, resultará irremediable que se cumpla el segundo de los escenarios, que es el peor posible.