Vaya escándalo al confirmarse lo que era un secreto a voces: el espionaje en México en todos los niveles y, como siempre, tuvo que decirlo alguien de afuera para que se le diera crédito a la información.
La lista de las ‘personas de interés’ tocó fibras sensibles, pues absolutamente todo mundo en México fue susceptible de ser indagado a través de sus teléfonos celulares, y se confirmó, mediante una investigación internacional, que el ahora Presidente de México, su familia, su chofer y hasta su médico fueron objeto de esta ilegal práctica.
El espionaje fue orquestado por la firma de origen israelí NSO Group a través de Pegasus, un programa que permite recuperar los mensajes de texto, fotografías, contactos e incluso escuchar las conversaciones de su propietario, además de obtener su ubicación.
Esta investigación concluyó que el espionaje ocurrió a nivel mundial, y que nuestro país destaca por ser el que tiene el mayor número de personajes espiados, entre ellos políticos de todos los partidos, sus familias, parientes de desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa, líderes sindicales, defensores de derechos humanos y por supuesto, periodistas.
Y Aguascalientes no ha estado exento de este tipo de tácticas, por llamarlas de alguna manera, pues por lo bajo desde hace mucho tiempo se comenta que toda persona de interés público o líder de opinión en algún momento ha sido espiada.
Pero no hace falta el espionaje, pues hoy en día todos portan un celular, desde el más modesto al más sofisticado, y pueden captar a alguien en cualquier situación comprometedora y peor aún, esas pruebas subirlas a las redes sociales y ser, en el mejor de los casos, escarnio de personas desconocidas, y decimos que en el mejor, pues una sola pisada en falso puede destruir reputaciones o relaciones.
Ya no se puede exponer alguien a hacer el ridículo, a cometer alguna falta, pues incluso hay aplicaciones que permiten grabar conversaciones para después ser usadas, y suponemos que no para los mejores fines.
Para bien o para mal, la sociedad está siendo observada y falta un desliz, de cualquier tipo, para estar en la boca de todos.
Por lo pronto México está otra vez en el escaparate mundial porque hay un pequeño gran detalle: el espionaje se habría orquestado desde el Gobierno de Enrique Peña Nieto, y de comprobarse esta historia va para largo, tiempo al tiempo.
Pero recordemos, nada ni nadie escapa al ojo público, por lo que no sólo nos debemos cuidar de los espías, sino de todo mundo, lo mejor sería comportarnos como nos gustaría que la gente se portara con nosotros y no olvidar que, literal, un mundo nos vigila.