Estalló la bomba en el transporte público urbano luego que de manera unilateral el Gobierno desactivó a una de las principales empresas que prestan el servicio, e incluso se trajeron camiones del Estado de México como parte de una estrategia planeada para echar a los concesionarios de Aguascalientes que se niegan a vender sus acciones al grupo ADO.
En la primera fase del plan de despojo a los empresarios hidrocálidos, el fin de semana se sacó de circulación 38 unidades de las rutas 20, 40, y 41, afectando de inicio a 12 mil usuarios.
El perjuicio será mayor en pleno regreso a clases, que será en unas horas, alcanzando a más de 22 mil usuarios de las rutas afectadas, sin embargo de esta manera se pretende presionar a los concesionarios para que entreguen sus unidades a la empresa Autobuses de Oriente a una tercera parte de su valor real, con la promesa de que a cambio de ello recibirían acciones de una nueva empresa filial de ADO.
Si persisten en la postura de no vender, el gobierno a través de la Coordinación de Movilidad parará más rutas, ya que la advertencia es clara, o venden o se quedan fuera del servicio.