Sin deberla ni temerla los clientes del Nacional Monte de Piedad fueron los que terminaron pagando los platos rotos con la huelga de más de 20 días.
Por lo anterior el secretario general del Sindicato de Trabajadores Sección IV, José Juan Díaz Esparza, señaló que esta institución dio a conocer que el próximo jueves se estará llevando a cabo la asamblea de votación del acuerdo entre el sindicato y la empresa, y de salir positivo con el 50 más uno el viernes se podrían estar levantando las banderas rojinegras.
Reconoció que la afectación para los usuarios fue mayúscula, aunque de una manera u otra se buscó la manera de estarles atendiendo, ya que en las guardias en el campamento montado afuera de las instalaciones de la casa de empeño se les estuvo ofreciendo información, así como tips para que pudieran realizar los pagos de sus refrendos en el OXXO o BANAMEX.
Y subrayó que pese a toda la situación la institución nunca dejó de ganar, ya que siguieron cobrando el interés de la misma manera independientemente de que los usuarios fueron objeto de varias molestias porque tuvieron que dar más vueltas y en las tiendas de conveniencia tienen que pagar por cada boleta, y sus prendas no las pudieron desempeñar porque no se las podían entregar por el hecho de que está cerrado.
Por lo anterior los trabajadores en huelga estuvieron invitando a los clientes a que acudieran a la PROFECO a presentar su denuncia, ya que en el contrato del usuario en ningún momento se establece algún movimiento de huelga y que los pueda afectar.
Informó que a nivel nacional se presentaron bastantes demandas ante la PROFECO, misma que hizo un pronunciamiento de que había llegado a una conciliación con el Monte de Piedad para que los apoyara y les diera la información a los usuarios; “para la gente no era necesario eso, ya que querían sus prendas y estaban con la incertidumbre de seguir pagando”, manifestó el líder sindical.
Díaz Esparza apuntó que a los mil 500 trabajadores de la institución a nivel nacional y 42 de Aguascalientes el impacto fue en lo económico porque durante el tiempo de la huelga no estuvieron percibiendo su sueldo; en la salud, físico y moral, “nos fue retirado el servicio médico que la empresa nos ofrece, nos quedamos sin nada, casi como si estuviéramos desempleados”.
Explicó que dichas privaciones fueron por parte de la administración a manera de ejercer presión en todos los sentidos, sin importar el bienestar de las familias de los trabajadores sindicalizados.