México, 24 ago (EFE).- Quedan entre seis y 19 ejemplares de vaquita marina en México de acuerdo con el último ajuste que realizó el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), no obstante, la población puede recuperarse si se regulan las redes de pesca.
«Encontramos que son menos de 19 y seis sería el mínimo pero es muy probable que andemos por los nueve animales. Entre más chico es el tamaño de la población más difícil es estimar el tamaño de la población», dijo este sábado a Efe el director del CIRVA, Lorenzo Rojas.
El experto explicó que «nunca se ha eliminado el factor de riesgo» hacia las vaquitas, que a menudo mueren presas en redes, tanto agalleras como de enmalle, en su hábitat natural, que es el Alto Golfo de California, en el noroeste de México.
De acuerdo con el especialista, la vaquita marina no es el único caso pues a nivel mundial pues lo que ha puesto en riesgo a los mamíferos marinos son las redes de enmalle.
«Se calcula que mínimo se mueren 300.000 a 400.000 individuos de mamíferos marinos en redes de pesca y lo mismo le pasa a las tortugas, a las aves, entonces sabemos que es un problema mundial», aseveró.
En tanto, el factor que provocó la caída de la población de la vaquita marina fue que las administraciones pasadas no respondieron a tiempo a la recomendación que hizo el comité sobre tratar la pesca accidental de dicho mamífero.
«La población de vaquita marina venía disminuyendo desde los 90 un 0,5 % anual y luego se vino la demanda inexplicable de buche de totoaba en Hong Kong y China(2011-2012), y ahí es cuando la población ya se vino para abajo brutalmente», explicó el experto.
El pez totoaba se enfrenta desde hace décadas a una dura caza furtiva porque su buche es enormemente codiciado en China, donde se le atribuyen capacidades afrodisíacas, medicinales y regenerativas.
Sostuvo que «aunque las medidas no han sido suficientes para evitar la perdida de especies, sino se hubieran tomada muchas de las medidas que se han tomado ya estaría extinta la vaquita».
Rojas indicó se puede salvar a la especie pero para ello sugiere que la sociedad civil debe impulsar iniciativas que promuevan «artes de pesca» alternativas y el consumo responsable.
Estados Unidos cuenta con una ley de protección de mamíferos marinos que dice que su país no puede importar productos pesqueros que en su captura hayan matado a este tipo de animales, al tiempo que el país exportador debe tener una legislación similar.
«Ahora pescan pero no pueden vender su producto a Estados Unidos que es el principal mercado para el camarón azul. No es China ni Europa, entonces ese es uno de los problemas», sugirió para luego indicar que el cambio de hábitos es posible.
Indicó que existen casos de éxito en el país.
«En México tenemos tres casos: el elefante marino, que fue reducido y ahora hay 140.000 ejemplares, el lobo fino de guadalupe y la ballena gris», reveló.