CIUDAD DE MÉXICO, julio 17 (EL UNIVERSAL). –
El presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, dijo que contrario a lo que se ha dicho, sí está dispuesto a pedir licencia a su cargo en el Congreso para dedicarse de lleno a la contienda interna del Frente Amplio por México por la candidatura presidencial.
A pregunta expresa de EL UNIVERSAL, señaló que lo anterior, lo hará siempre y cuando haya un acuerdo político avalado por la mayoría calificada, pues mientras esto no ocurra, no dejará descabezado al recinto legislativo de San Lázaro.
«No voy a dejar descabezada a la Cámara de Diputados. Si encontramos la vía parlamentaria y la garantía de que todas las acciones, controversias, amparos, solicitudes de atención prioritaria, quedan firmes, tal y como cuando Morena tuvo la presidencia y ejercitó sus propias acciones, en sus facultades de Presidente de la Cámara, y si queda una panista, les anticipo que con mucho gusto traspaso el cargo, siempre y cuando esas responsabilidades no vayan a perderse en el camino, siempre y cuando encontremos el camino legal, constitucional y parlamentario y estoy yo en la mejor disposición», declaró.
El legislador expuso que, en esa materia, ya pidió al coordinador del PAN, Jorge Romero, abordar el tema ante la Jucopo.
«Esto es algo que corresponde a la coordinación, a la Junta y, eventualmente, a la Mesa Directiva; entonces, pero, sobre todo, pues a un acuerdo político para que esto tome una ruta de legalidad parlamentaria y de acuerdos políticos que se cumpla», indicó.
Aclaró que en caso de que no haya acuerdo en los próximos dos meses, se terminará su presidencia, y podría pedir licencia como legislador federal.
Pese a ello, insistió en que, si se logra el acuerdo, está listo para dejar la Presidencia, e incluso ya mandó a hacer una auditoría externa para que, llegado el momento, entregue cuentas claras.
«Si encontramos la vía, yo no tengo problema para hacerlo en 24 horas, porque además ya tengo mis libros blancos, mandé a hacer una auditoría externa, por si las dudas, porque ya saben aquí cómo se las manejan; entonces, yo estoy listo. No es un problema de gusto o de decisión personal o de terquedad, es un problema de legalidad parlamentaria y es un problema de acuerdos parlamentarios», concluyó.