CIUDAD DE MÉXICO, mayo 1 (EL UNIVERSAL).-
El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que a partir del 11 de mayo dejará de exigir la vacuna de Covid-19 para ingresar al país.
En un comunicado, la Casa Blanca dijo que a partir de esa fecha, se dejará de exigir el requisito de la vacuna «a empleados y contratistas federales, así como a viajeros aéreos internacionales».
Ese mismo día llega a su fin la emergencia sanitaria por el Covid-19 y, como consecuencia, el Título 42.
La Casa dijo que el Departamento de Servicios Humanos y de Salud (HHS), al igual que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) «iniciarán «el proceso para poner fin a sus requisitos de vacunación para los educadores de Head Start, los centros sanitarios certificados por los CMS y ciertos no ciudadanos en la frontera terrestre. En los próximos días, se proporcionarán más detalles relacionados con el fin de estos requisitos».
La administración de Joe Biden recordó que el haber impuesto «requisitos de vacunación» ayudó a «garantizar la seguridad de los trabajadores en fuerzas laborales críticas, incluidas las de los sectores sanitario y educativo, protegiéndose a sí mismos y a las poblaciones a las que sirven, y fortaleciendo su capacidad para prestar servicios sin interrupciones en las operaciones».
Subrayó que gracias a que se hizo obligatorio, la vacunación contra el Covid-19 «alcanzó 98% de cumplimiento, lo que refleja a los empleados que habían recibido al menos una dosis de una vacuna o tenían una excepción pendiente o aprobada o una solicitud de extensión presentada en enero de 2022».
En cuanto a la imposición de este requisito para los viajeros internacionales, la administración alegó que el objetivo era «frenar la propagación de nuevas variantes que entran en el país y dar tiempo a nuestro sistema sanitario para gestionar eficazmente el acceso a la atención sanitaria si se enfrenta a un aumento de casos y hospitalizaciones».
Todo ello, insistió la Casa Blanca, salvó «millones de vidas». Hemos organizado con éxito una respuesta para realizar inversiones históricas en vacunas, pruebas y tratamientos ampliamente accesibles que nos ayuden a combatir el Covid-19. Aunque la vacunación sigue siendo una de las herramientas más importantes para mejorar la salud y la seguridad de los empleados y promover la eficiencia de los lugares de trabajo, ahora nos encontramos en una fase diferente de nuestra respuesta en la que estas medidas ya no son necesarias».