CIUDAD DE MÉXICO, julio 27 (EL UNIVERSAL).-
En Estados Unidos se están investigando a las empresas que venden armas para traerlas a México, y serán juzgadas en caso de que estén cometiendo un delito, señaló el embajador Ken Salazar.
En conferencia de prensa, detalló que en la reunión bilateral que sostuvieron la canciller mexicana Alicia Bárcena y Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Estados Unidos en seguridad, se propusieron acciones para aumentar el decomiso de armas en la frontera norte.
«Sabemos los lugares en dónde vienen las armas, vienen de muchísimos lugares en los Estados Unidos, pero sabemos también las ciudades donde se venden más, y sabemos que las leyes de los Estados Unidos aplican a las licencias de las empresas que venden estas armas, y si esas empresas están vendiendo armas, que ellos saben que van a llegar a México, esas empresas también las vamos y las estamos investigando, y las vamos a juzgar, es el trabajo que sigue», comentó.
Refirió que como parte del trabajo binacional para combatir el tráfico ilegal de armas, México y Estados Unidos intercambiarán más información.
«Lo primero es que tenemos que compartir más información, en la historia de México a Estados Unidos se compartía muy poca información de lo que pasaba con el flujo de las armas», apuntó.
En cuanto a la crisis causada por el fentanilo, dijo que su país colaborará con China y México para detener el tráfico de precursores que llegan de Asia.
«Vamos a cooperar con China, es una coalición global, México será uno de los países importantísimos», señaló.
También dijo que la destrucción de mil 700 laboratorios clandestinos en México es parte del esfuerzo, pero «tenemos que hacer más de ambos lados de la frontera».
—-EU, en contra de acciones del gobernador de Texas
Finalmente, señaló que Estados Unidos está en contra de las acciones del gobernador de Texas, Greg Abbott, para detener la inmigración, al colocar boyas en el Río Bravo.
«Lo que hizo el gobernador de Texas es ilegal, estamos en desacuerdo. El Departamento de Justicia está viendo la parte legal. El hecho hace que el tema migratorio sea un fenómeno de política y no un fenómeno humanitario y económico», estimó.