Langley (Canadá), 2 jun (EFE).- Eve Jobs, la hija más joven del fallecido cofundador de Apple, Steve Jobs, explicó en una entrevista exclusiva con Efe su pasión por la competición ecuestre y cómo es un refugio al que acude para equilibrar su vida.
Eve Jobs, de 20 años de edad, es la tercera y última hija del matrimonio formado por Steve Jobs y Laurene Powell Jobs. Cuando el fundador de Apple murió en octubre de 2011 de cáncer de páncreas, Eve sólo tenía 12 años.
En una entrevista con Efe en la localidad canadiense de Langley, donde Eve Jobs compite con el equipo de saltos de caballo de Estados Unidos en la Copa de las Naciones Longines, la hija del fundador de Apple explicó por qué ha escogido este deporte y sus metas.
P. ¿Por qué se decidió por el deporte de saltos de caballo?
R. Me enamoré de los caballos. La principal razón por la que hago este deporte es porque me encantan mis animales, me encantan mis caballos. Desde que era pequeña, estaba encaprichada con estos animales y siempre quise estar cerca de ellos, trabajar con ellos. Y eso se ha desarrollado cada vez más. Con las oportunidades que se me han presentado para competir a este nivel, no podría ser más feliz y afortunada. Pero lo primero es que me encantan los caballos.
P. ¿Nunca tuvo temor a las caídas?
R. Nunca me han asustado los caballos o he estado intimidada con ese aspecto del deporte. Por supuesto, la primera vez que participé en un gran competición estaba un poco nerviosa y ansiosa porque quería tener un buen resultado y representar bien a mi país. Tengo todo un equipo que me apoya y trabaja tanto cada día para hacer posible que participe en este deporte, y a un nivel tan alto, que siempre quiero tener buenos resultados y que estén orgullosos de mí. Creo que entender el aspecto mental de este deporte a medida que progreso a niveles más altos es uno de mis mayores desafíos. Pero no pienso si me caigo o en el tamaño de los caballos.
P. ¿Qué le proporciona los concursos de saltos de caballos?
R. Me ha dado tanto en diferentes momentos de mi vida. Me ha dado un lugar donde refugiarme si estoy abrumada por mis estudios o cosas que pasan en mi vida. Ha sido siempre mi refugio. Me encantan mis caballos. Simplemente sacarles al campo, trabajar con ellos. Es un deporte que te calma y te centra. Siempre ha sido algo que busco. Y al final de mi adolescencia, me permitió hacer cosas por mi misma y organizar distintas cosas y planificar. Aprendí a ser independiente, responsabilidad y tener que rendir cuentas. Hay tanta gente que depende de ti y trabajan tanto para que yo pueda hacer este deporte, que por supuesto no quiero defraudarles. Me ha dado una gran cantidad de excelentes experiencias para rendir bien bajo presión y no desilusionarme tanto si las cosas no salen como tu quieres porque eso es la vida y así son los caballos. Son impredecibles, son animales con los que trabajas. Me ha dado maravillosa lecciones vitales, han sido años importantes de mi vida. Me da algo cada día.
P. ¿Cómo compatibiliza la competición con estudiar en Stanford, una de las universidades más exigentes de Estados Unidos?
R. No estoy compitiendo tanto como antes de empezar Stanford. Voy a las competiciones importantes. Y preparo mis caballos para esos días específicos. Y a mis profesores les explico que estoy haciendo esto y con antelación les comunicó qué días no voy a acudir a clase. Tengo un plan de 4 años, que hice de forma meticulosa, de qué clases tengo que tomar y cuándo. Para mi es muy importante estar tanto en este deporte como dedicarme a mis estudios. Soy una gran defensora de si quieres seguir un ambicioso sueño deportivo, como yo, es importante también estar en la universidad. Sólo tengo 20 años y tengo tanto que aprender sobre el mundo. Y todo lo que aprendo en la universidad me ha ayudado en el deporte. En formas que no esperaba. Me permite refugiarme si las cosas no van bien en la pista. Puedo volver a la universidad y estar con mis amigos y hacer otras cosas y no pensar demasiado en lo que ha pasado. Ha sido enorme para mí. Y cuanto más ocupada estoy, más productiva soy. Mis resultados mejoran tanto en el deporte como en mis estudios. Sinceramente tener ambos al nivel que quiero ha cambiado mi vida.
P. ¿Qué diría a alguien para que se interesase por el deporte de saltos de caballo?
R. La gente no entiende este deporte realmente hasta que vienen a un concurso. Es un deporte que es difícil de explicar. Es difícil de conceptualizar hasta que se ve. Que la gente lo vea al menos una vez. Así la gente se va a interesar más. Por que es difícil de seguir.
Julio César Rivas