La Paz, 6 dic (EFE).- Gualberto Cusi, un exjuez indígena que tomaba decisiones consultando la hoja de coca y que se opuso a la reelección de Evo Morales, se presentó este viernes como postulante a vocal electoral.
Cusi entregó los requisitos de inscripción vestido con un sombrero negro de ala ancha, un poncho rojo y una bufanda café de alpaca, que representa el ropaje de algunos indígenas del occidente del país.
NUEVO TRIBUNAL ELECTORAL
«Quiero poner en prueba de fuego a este Parlamento, que hagan en derecho y en justicia y que seleccionen hombres y mujeres probos para el Tribunal Supremo Electoral», aseguró a los medios en La Paz.
El Parlamento boliviano debe elegir a seis de los siete miembros del tribunal electoral, mientras el otro lo designa el presidente del país.
Cusi se definió como «imparcial» y ajeno a los intereses tanto del Gobierno de transición como del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales que tiene mayoría en el Legislativo.
El proceso de elección de nuevos vocales electorales se abrió tras que la justicia encarcelara a casi la totalidad de anteriores miembros del tribunal electoral, con base a un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que advirtió «graves irregularidades» en los fallidos comicios del 20 de octubre.
Cusi fue parte en 2012 de la primera generación de jueces elegidos mediante el voto popular en Bolivia y ocupó una de las magistraturas del Tribunal Constitucional.
«EL MAGISTRADO DE LA COCA»
A pocos meses de comenzar su gestión causó revuelo cuando admitió que en su condición de sabio andino «consultaba a la (hoja) de coca» para tomar su posición en casos judiciales que le tocaban.
La lectura de la coca es una practica cultural de los sabios andinos, mediante la cual se pueden interpretar aspectos de la vida, inclusive el devenir.
Sin embargo, la figura de Cusi tomó verdadera importancia cuando tachó de «inconstitucional» una sentencia del Tribunal Constitucional que en 2013 habilitó a Morales para una segunda reelección y su participación los comicios de 2014.
Aquella determinación se basó en que el primer mandato de Morales, entre 2006 y 2009, no valía porque Bolivia pasó de ser una República a un Estado Plurinacional con la Constitución de 2009.
Las desavenencias se agravaron cuando en 2014 el Tribunal Constitucional dejó sin efecto una ley promulgada por Morales y cuando se supo que Cusi junto a otros dos magistrados fueron parte de esa paralización.
Por ese motivo, a Cusi y a los otros jueces se les inició un proceso de responsabilidades que derivó en la suspensión de sus funciones.
El «magistrado de la coca», como se lo llegó a identificar, sufría aquel tiempo de continuas recaídas en su estado de salud y la suspensión en sus labores impedía pudiera acceder a un seguro médico para funcionarios públicos.
EXPULSADO COMO JUEZ
El punto más dramático se produjo cuando el entonces ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, reveló en rueda de prensa detalles de la enfermedad que padecía Cusi.
A finales de 2016, el Senado boliviano aprobó el juicio de responsabilidades contra Cusi, después de la suspensión de varias sesiones a las que el magistrado tuvo que asistir hasta en silla de ruedas y con abogados que optaron por apoyarlo sin remuneración.
Un año más tarde, en una sesión a la que Cusi asistió con su madre, el Senado lo halló culpable por resoluciones contrarias a la Constitución y lo apartó definitivamente del cargo de magistrado.