México, 13 jun (EFE).- El diseño de los espacios interiores debe ser abordado desde una perspectiva de género a fin de garantizar la seguridad de las mujeres, consideró este jueves en entrevista a Efe la experta mexicana Paola Bortoluz.
La fundadora de Her Safe Place, el primer proyecto a nivel mundial que genera protocolos y procesos para desarrollar ambientes seguros para las mujeres, dijo que, cuando se introduce «la mirada de género» a los sistemas de arquitectura y equipamiento, la seguridad cambia completamente.
«Los espacios físicos desde un punto de vista de género se ven diferentes, los objetos se ven diferentes, la preocupación acerca de la iluminación de las esquinas o los elevadores es distinta, el manejo de las cámaras de seguridad», ejemplificó.
Indicó que la seguridad de la mujer en un lugar físico depende de que haya «información suficiente para saber dónde está la salida, dónde están los accesos, la ruta de evacuación, si los espacios para el acceso son adecuados».
La labor de Bortoluz de generar protocolos que creen entornos más seguros para las mujeres nace de su observación de que la mayoría de empresas no cuentan con protocolos de atención y prevención en caso de lesiones, acoso laboral, sexual, violación, robo, secuestro u homicidio.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres ha experimentado una situación de violencia, esto es un 35 % de las mujeres en el mundo. En México, según Bortoluz, este dato se incrementa a 7 de cada 10 mujeres.
El caso más extremo es el del feminicidio, asesinato tipificado por motivos de género. Según ONU Mujeres, en el país suceden 9 feminicidios al día.
«La violencia contra la mujer tiene costos mínimos de 2 % del producto interno bruto (PIB) de los países y puede llegar al 4 %», agregó la experta citando al Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Bortoluz, consejera del Comité Directivo de Fundación Juconi, veterana ONG dirigida a aplicar soluciones innovadoras a niños, niñas y familias afectadas por la violencia, observó que en México no se cuenta con un conocimiento colectivo de cuál sería la mejor forma de actuar en casos de violencia de género en sitios públicos.
La especialista comparó la situación con la robusta cultura de reacción que se tiene cuando ocurre una catástrofe natural como un sismo, en el que todo el mundo tiene claro cómo actuar al respecto.
Por eso es que Her Safe Place busca dar certificaciones y protocolos a nivel mundial para este tipo de casos a fin de mejorar la situación de seguridad de las mujeres.
Para ello, esta el reto de llevar a cabo «una transformación cultural que se sostenga en el tiempo».