México, 11 dic (EFE).- La implementación del etiquetado de advertencia en Chile, que será replicado en México, es una medida que ha ayudado a informar a la población chilena pero no es la solución mágica para contener la epidemia de obesidad, alertaron este miércoles expertas.
«Esta medida va sin duda en la línea correcta pero no es suficiente», señaló en rueda de prensa Marcela Reyes, profesora investigadora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.
Explicó que uno de los argumentos de la industria es que esta medida no ha influido para reducir los índices de obesidad en Chile. Sin embargo, aclaró que hay que tener en cuenta que esta «no es una medida terapéutica, sino preventiva para combatir la obesidad».
Durante su visita a México, invitada por organizaciones civiles mexicanas a favor del etiquetado, la especialista señaló que si bien no se tienen números de cómo ha cambiado el panorama de la obesidad en Chile tras la medida implementada en 2016, sí se puede saber que las personas han cambiado sus hábitos de compra.
De acuerdo con una evaluación realizada por varias organizaciones chilenas, en aquel país, tras la implementación de la ley de etiquetado, 79 % de las personas reconocen que esto ha influido en sus decisiones de compra.
Esto, dijo Reyes, es especialmente visible en los niños en edad preescolar, quienes han logrado entender el etiquetado de advertencia que les informa sobre el producto que es alto en azúcares, sodio y grasas trans o cualquier otra sustancia que daña su salud.
Explicó que esto ha sido importante debido a que está demostrado que para decidir lo que se va a comer no se piensa mucho, por ello contar con sellos de advertencia es fundamental.
La especialista aseguró que al principio la respuesta de la industria de alimentos procesados al etiquetado fue de pleno rechazo. Sin embargo, ahora han generado nuevas opciones comerciales, se han transformado y algunas han reformulado sus productos.
Sin embargo, Reyes reconoció que tomará muchos años reducir la prevalencia de obesidad en Chile, que alcanza al 74 % de adultos y al 50 % de la población infantil, debido a que no se debe pensar en medidas aisladas.
«Lo que se pretende es que se influya en el ambiente alimentario. La esperanza es que los niños puedan estabilizar la tendencia, pero hay otras medidas como el aumento de impuestos a productos ultraprocesados, campañas educativas y de promoción de actividad física», manifestó.
EL ETIQUETADO FRONTAL EN MÉXICO
En octubre pasado, legisladores mexicanos aprobaron la reforma a la Ley General de Salud en materia de etiquetado frontal de advertencia en productos industrializados y bebidas azucaradas (no alcohólicas).
Dicha reforma -que debería implementarse a mediados del próximo año- busca que los consumidores tomen decisiones informadas respecto a su alimentación con base en etiquetados claros y sencillos de entender.
Sobre esto, la doctora Arantxa Colchero, investigadora en Ciencias Médicas por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), deseó que en el caso de México el siguiente paso a seguir sea incentivar el consumo de alimentos saludables.
«Debe haber un cambio de comportamiento, y es nuestro papel seguirlo incentivando», detalló.
El estudio realizado por expertos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, la Universidad de Carolina del Norte y el INSP de México, encontró que además la ley de etiquetado no ha tenido ningún impacto negativo en empleos ni salarios de la industria alimentaria.
Finalmente, Colchero reiteró que la lucha contra la obesidad es difícil y los resultados se verán a largo plazo.
Además de que el etiquetado es un gran avance que necesitará reforzarse con medidas complementarias como incentivar el consumo de alimentos saludables y educación alimentaria.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud 2018, presentada este lunes, tres de cada cuatro mexicanos mayores de 20 años presentan sobrepeso u obesidad, mientras que 8,2 % de niños de uno a cuatro años se encuentra en esta condición, cifra que aumenta a 8,4 % en zonas urbanas.
Mientras que en adolescentes de 12 a 19 años, la cifra total de sobrepeso es del 38,4 % del total.