México, 1 may (EFE).- La crisis del coronavirus ha arrebatado la vida a millares de personas en México y el mundo y la mayoría morirán solos, sin la posibilidad de que ni hijos ni nietos se despidan de ellos, lo que puede afectar especialmente a los niños, por lo que es fundamental ayudarlos en el proceso de duelo, dijo a Efe una especialista.
«No poder despedir a un ser querido impide a cualquier persona expresar las emociones que provoca una pérdida, pero es necesario involucrarlos en los procesos de duelo y explicarles en qué consiste la muerte», explicó la tanatóloga Anahí Polo.
Y es que la pandemia por COVID-19, que ya suma 1.859 fallecidos y 19.224 muertos en México, ha transformado la forma en la que se enfrenta la muerte, pues aunque se puede velar a quien murió, es preferible hacerlo con grupos pequeños y sin abrir el ataúd y, en muchos casos, se incinera directamente el cuerpo para evitar contagios.
Esto, a decir de Polo, aunque impide un ritual de despedida, se presenta como una oportunidad para facilitar otros ritos simbólicos que permitan a los pequeños despedirse de sus seres queridos y a brindar consuelo a las familias.
«Se pueden realizar otros rituales de despedida como cartas, dibujos. Como adultos podemos encontrar ayuda para hablarles sobre la muerte utilizando materiales audiovisuales donde se les habla a niños con cuentos o historias sobre la muerte», dijo la experta.
Sin embargo, perder a un ser querido, provoca sentimientos de tristeza en los pequeños, lo cual es inevitable con o sin pandemia, por lo que la también coordinadora de tanatología de Grupo Gayosso, recomendó que en la medida de lo posible la familia se comporte de la misma manera que si no existiera ese confinamiento.
Del mismo modo, dijo que es importante hablar con los pequeños sobre la muerte, hacerles entender que es un proceso que forma parte de la vida, pues si no se habla con ellos pueden percibir a la muerte como algo malo.
Además también se les debe explicar en qué consiste esta enfermedad y no subestimarlos pensando que no son capaces de entender las cosas «explicarles, acorde a su nivel de pensamiento y dejar a un lado la idea de que podemos evitarles un sufrimiento».
Polo indicó que este tipo de situaciones son momentos donde los niños pueden desarrollar herramientas para afrontar situaciones críticas en su edad adulta.
Señaló que el niño tiene que sentirse libre de expresar sus sentimientos y emociones «hay que enseñarles que no es dañino sentirnos tristes, molestos, sino que es parte de las emociones que nos componen como seres humanos».
Explicó que, aunque hay muchas personas que le tienen miedo a la muerte, el adulto debe trabajar con ese temor «porque les transmitimos a los niños la ansiedad en esos temas».
APOYO PUEDE ESTAR EN LA TECNOLOGÍA
Hacer uso de la tecnología es una opción para ayudar a niños y adolescentes a sobrellevar el proceso de duelo, pues es fundamental tejer redes de apoyo y escucha, por lo que los padres deben animarlos a que se conecten con otros familiares o amigos para desahogarse.
Asimismo, hay que estar pendientes de los signos de alerta para, en caso de ser necesario, recibir ayuda de especialistas para afrontar la muerte de un ser querido.
Entre las manifestaciones que pueden mostrar los niños para expresar su dolor están la ira, irritabilidad, alteraciones emocionales que pueden confundirse con berrinche o mala conducta, alteraciones del sueño, en la alimentación y disminución en el rendimiento escolar.
Polo concluyó que lo más importante es transmitir apoyo y seguridad y que los padres escuchen a los pequeños, que no haya mentiras y acepten sus emociones y preguntas, «evitar ocultar información y favorecer o mejorar la comunicación intrafamiliar».