La tarde de ayer, la familia y allegados de Berenice Giles se congregaron en el panteón para despedirse de manera sentida de su hija, hermana y amiga.
La joven fotógrafa fue una amante de la naturaleza, por lo que no pudieron faltar sus tres mascotas Bambina, Rayis y Leia, quienes también sintieron su partida.
Entre “Amor eterno” y la canción que sus amigos y familiares entonaron con dolor y emoción mientras se llevaba a cabo el protocolo del sepelio de Bere, a quien de manera cariñosa su padres llamaban “chica rara”, por su manera especial de ver la vida.

Con un nudo en la garganta el señor Giles exaltó el amor de la familia, de quien fue ejemplo de lucha, de trabajo y de ambición por superarse en el campo de la fotografía, que fue su pasión.
Durante la triste despedida a su hija, dijo: “Gracias por tu amor, tus alegrías, preocupaciones y tu entrega ante todo mundo y a tus mascotas, ¡gracias por estar conmigo!, ¡gracias por esta familia!… no tengo palabras para agradecer tu presencia, de todo corazón, ¡te amo! Y pronto nos vamos a reunir”.

Con llanto le dieron el último adiós a la joven que vivió con pasión su profesión y que no dejó de creer en sus convecciones de un mundo mejor, porque así la recuerdan quienes la conocieron y convivieron con ella en el ámbito laboral, familiar y académico, donde destacó la presencia importante de sus compañeros del Bachillerato de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Es así como se cerró el ciclo terrenal de Bere, quien trascendió luego del fatal accidente en el Festival Axe, que tuvo el lugar el pasado fin de semana en la Ciudad de México.
Al término del sepelio los familiares y amigos despidieron a la joven entre porras y aplausos, al tiempo que mencionaron que no dejarán de buscar justicia.