Aguascalientes.- Trabajadores del Centro de Salud Mental Agua Clara responsabilizaron de manera directa a las autoridades del ISSEA del dramático nivel histórico que registra el problema del suicidio en Aguascalientes, al sostener que es fallida la estrategia que se sigue para tratar de atender este fenómeno que amenaza con alcanzar las 180 muertes de este tipo al término del año.
“El problema no sólo se ubica en la falta de claridad en las acciones de carácter preventivo y de orientación a la población sobre el suicidio, sino que el desmantelamiento que se hizo tiempo atrás del Centro Agua Clara”, expusieron.
Empleados de Agua Clara que se animaron a hablar con HIDROCÁLIDO sobre la problemática, expusieron que el problema del suicidio se comenzó a salir de control desde que se optó por cambiar el modelo de atención y por colocar al frente del organismo a personas con la preparación académica, pero sin experiencia en el campo clínico.
Se precisó meses atrás que el ISSEA firmó un convenio con la Escuela de Psicología de la UAA para implementar un esquema de prevención y atención de suicidios que, en su momento, fue “vendido a la opinión pública” como el mejor programa de atención de suicidios que se haya tenido en el Estado, bajo el argumento que se trataba de un plan conocido como DBT (Dialectical Behavior Therapy) elaborado en Estados Unidos, pero que nunca se había probado en el país y del cual no se tenía ninguna referencia, siendo consultado con el entonces titular de Salud Mental (Héctor Grijalva), quien lo rechazó por ser un esquema anticuado, obsoleto y porque pretendía ser aplicado por psicólogos de la Autónoma, que no tienen práctica clínica, no son expertos en el tema y buscaban hacer un trabajo de estadísticas y publicaciones.
Ante ello y a su llegada, el nuevo director de Agua Clara lo primero que hizo fue despedir a las psicólogas que habían sido contratadas, capacitadas y que realizaban un buen trabajo, lo que hizo que se cambiaran los planes de trabajo, reduciendo el trabajo comunitario y contratando psicólogas recién egresadas que no tenían ninguna experiencia en el campo clínico.
Esta serie de desaciertos y la falta de experiencia de quienes están al frente de la responsabilidad, de inmediato comenzó a reflejarse en un aumento en el número de suicidios que ahora parece indetenible, advirtieron.