JUCHITÁN, Oax. (EL UNIVERSAL).- «Era un hombre noble, con la sonrisa siempre abierta, con esa su voz profunda diciendo a dueto con Sabines que la luna se puede tomar a cucharadas. Su generosidad lo llevó a compartir su casa con jóvenes pintores, para conducir juntos La Cohetera, una galería donde recibieron cobijo los afanes creativos de esa juventud.», así describe el poeta Jorge Magariño al artista plástico Delfino Marcial Cerqueda, quien esta madrugada murió a los 72 años de edad en su casa de Juchitán, Oaxaca.
El artista realizó estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de San Carlos (UNAM). Tiene una larga lista de exposiciones colectivas e individuales y creó el espacio cultural La Cohetera en su domicilio de la Cuarta Sección de la ciudad zapoteca de Juchitán.
Entre sus exposiciones están: el Centro Cultural «La Recolecta», promovida por la Asociación de Artistas Papeleros de Buenos Aires, Argentina; en el Club Latinoamericano de Papeleros, promovida por la ABPTC-31°; en el Congreso Internacional Industria Celulosa y Papel, Sao Paulo, Brasil; en la Galería Frida Kahlo; en la Galería Artusts Unlimited, Bielefed, Alemania y en el Museo Universitario del Chopo-UNAM.
Hoy la muerte de Delfino Marcial conmocionó a la familia cultural del Istmo de Tehuantepec que le tenía gran aprecio.
«Lo recuerdo en las tardes interminables con Macario Matus y aquella runfla de finales de los ochentas, en el corredor de la ahora cincuentona Casa de la Cultura o en La flor de Cheguigo. Lo recuerdo trabajando sobre la madera o el metal para dejar lista la placa, ultimar detalles antes de la impresión». Lo recuerdo con enorme aprecio», escribió el escritor juchiteco Jorge Magariño.
Delfino Marcial murió este día, en que participaba en su última exposición colectiva, en el marco de los 50 aniversario de la Casa de la Cultura de Juchitán, un espacio que tanto quiso y al que ayudó a construir con su trabajo.