Aguascalientes.- Falleció el maestro Octavio Bajonero Gil, pintor, grabador mexicano, fundador del taller de grabado del Molino de Santo Domingo, y quien hace unos años donó su colección personal con la cual se creó el Museo Nacional de la Muerte.
El maestro Bajonero Gil dedicó más de 50 años a la exploración e investigación sobre la manifestación tradicional y colorida de la muerte.
La muerte es mi amiga, siempre dijo, y por ello la tenía presente en diferentes expresiones que van desde pinturas, oleos, esculturas, papel maché y muchas otras más.
Gracias a la donación de 2 mil piezas entre grabados, pinturas y artículos relacionados con la muerte, además de donar una colección de más de mil libros de grabado que ahora forman parte del acervo cultural de la UAA, misma que fue reconocida por el maestro Bajonero como el espacio idóneo para que su obra se mantuviera viva, nació el Museo Nacional de la Muerte.
Aunado a ello, manifestó que la obra que se expone en este museo no sólo es apreciada por la comunidad universitaria, sino también por los más de 120 mil visitantes que registra al año este recinto, por lo que su trascendencia estará presente en este y otros museos.
En los próximos días se realizará un homenaje póstumo por parte de la UAA en el Museo Nacional de la Muerte, para lo cual se prepara una exposición especial de sus obras que recuerde su trayectoria.
El Museo Nacional de la Muerte nació primero en donde se encuentran las oficinas centrales de Rectoría y posteriormente fue trasladado al edificio contiguo que fue también uno de los primeros que albergaron la UAA.
El entonces rector Rafael Urzúa Macias tuvo la visión de promover primero que el maestro Bajonero Gil donara parte de todo su acervo que estaba relacionado con la muerte para crear un museo el cual fue abierto en la Casa de Estudios y que es visitado anualmente por decenas de miles de personas.