Aguascalientes.- Una vez más la fiesta brava se viste de luto tras el fallecimiento del arquitecto Ignacio Rivera Rio quien dejara de existir a la edad de 69 años, luego de padecer una severa enfermedad obstructiva pulmonar crónica que desde hace algunos años le tenía afectado, y que en últimos días le atacó de manera terminal hasta que el Todopoderoso dispusiera su partida de este mundo terrenal, este miércoles en punto de las 10:43 de la mañana cuando su corazón dejo de latir para partir a continuar su labor como juez de plaza en la plaza de toros del cielo.
Arquitecto de profesión y con una extraordinaria afición que desde muy joven allá en la Hacienda de Cieneguilla sintió siempre por la fiesta brava, Ignacio Rivera Rio tuvo como característica de vida el buen corazón y un sentido del humor por demás único, teniendo también la visión de las cosas a la hora de resolver en su trabajo como profesional de la construcción así como también como juez de las plazas de toros Monumental de Aguascalientes y San Marcos, cargo que siempre desempeño con criterio propio y dando la cara cuando había que hacerlo siempre con la rectitud de su alma taurina y con el compromiso con la fiesta de otorgar las orejas a quien así las merecía.
Fue parte por demás importante en la segunda etapa de la remodelación de la plaza de toros Monumental de Aguascalientes, dentro del sexenio de Miguel Ángel Barberena quien era por aquellos años la máxima autoridad gubernamental de Aguascalientes, dado el que cuando esa plaza fue inaugurada el 1974 y el público de barrera de primera a octava fila no podían presenciar las actuaciones de los toreros cuando esto pasaba pegado a tablas, situación que dio el mejorar de inmediato los tendidos de la plaza.
Con gran dedicación se dio el cambio y todo quedó listo para que la plaza de toros Monumental de Aguascalientes fuera reinaugurada entregando el arquitecto Rivera Rio todo en tiempo y forma para que con un cartelazo de lujo el 20 de abril de 1991 el público ahora si pudiera ver cómodamente desde sus lugares las actuaciones de oro que en las personas de Eloy Cavazos, Jorge Gutiérrez y Miguel Espinosa “Armillita Chico” dieron la grande tarde con toros de Begoña; “Armillita Chico” corto tres orejas y un rabo, Jorge Gutiérrez dos y rabo y Eloy se fue con la espuerta vacía y un gran disgusto reflejado en su rostro, así cumplió con creces Nacho con el compromiso encomendado, de lo que fue después su segunda casa en ese palco de la autoridad donde de la mano del matador Fernando Brand y haciendo tercia con el ingeniero Jesús Herrera aprendió mucho sobre el cómo llevar un festejo taurino cuando le toco ser a lo largo de poco más de 25 años como máxima autoridad en ese coso ante la satisfacción del deber cumplido de Rivera Rio.
Fue también por varios años un gran entusiasta miembro del jurado calificador del premio taurino HIDROCALIDO en donde su alegría y la forma tan personal de contar siempre una gran cantidad de anécdotas era infaltables en cada evento de este prestigiado premio, dejando siempre ara el final los mejores momentos porque como o decía, “Primero el trabajo, después más trabajo y luego ya vendrá la buena comida, un buen vino y mi tabaco para disfrutar de este buen taco”.
En los últimos años formó grupo en el palco de la autoridad al lado de los matadores en retiro Francisco Olivera “Bombita” y Roberto Ramírez “El Oriental”, tanto en la temporada de novilladas en la plaza de toros San Marcos como el serial de abril en la plaza Monumental de Aguascalientes hasta este día en que ha dejado de estar con nosotros, palco en donde estuvo siempre con el único compromiso de premiar bajo su criterio sin predilección alguna, aguantando tela de los “istas” tanto de novilleros como de matadores de manera por demás estoica.
Sus restos están siendo velados en la funeraria La Gloria y la misa por el eterno descanso de su alma se llevará a cabo en el tempo de El Encino, faltando por confirmar la hora, además de que también se le rendirá un homenaje en el ruedo de la plaza de toros Monumental de Aguascalientes, antes de que sus restos descansen para siempre.
Deja su señora esposa María Guadalupe Mayagoitia ahora viuda de Rivera Rio, así como a sus hijos José Ignacio y Cristina.
Descanse en Paz José Ignacio Rivera Rio.