Juan Espinoza y Antonia Jiménez Moreno, padres del octavo Obispo de Aguascalientes, se mostraron emocionados, pero sobre todo muy agradecidos con Dios, por permitir que su hijo Juan ahora sea nombrado Obispo de la Diócesis de Aguascalientes.
Su papá dijo que se sentía inmensamente feliz y emocionado de ver a su hijo vistiendo ese traje de Obispo, y lo más importante es que sabe que va a desempeñar un gran papel, porque su hijo es muy entregado en todo lo que hace.
Por su parte, doña Antonia, la madre de Monseñor Juan Espinoza, señaló: “Yo le doy muchas gracias a Dios, que haya permitido llegar a mi hijo a ser Obispo, y le pido que lo siga bendiciendo y que siga abriendo su camino para que siga adelante en lo que él eligió como es su ministerio”.
Resalta: “No me canso de dar gracias a Dios, yo soy una mujer de mucha fe, desde que yo estaba chica me llevaban a misa, y se me hacía una cosa tan bonita, pero nunca pensé que me iba a casar e iba a tener un hijo sacerdote, y ahora que ese hijo llegue a Obispo, creo que es un regalo muy grande que nos hace Dios a mi familia y ahora también a esta Diócesis”.
Por su parte, una de las cinco hermanas del prelado, Susana, comentó: “Yo me siento con un sabor agridulce porque siento una alegría inmensa de que Dios hoy lo tenga aquí tomando posesión como Obispo de esta Diócesis de Aguascalientes, pero también siento un sabor amargo porque nos deja un poco tristes en casa; pero aun así, seguimos con la alegría y esperamos que todos lo reciban con la misma alegría con que hoy venimos a dejarlo. Como sabemos que es un evento de suma importancia estamos toda su familia aquí, sus cinco hermanas y dos hermanos, todos estamos tranquilos y no dudamos que va a estar en un lugar excelente. Conocemos poco a Aguascalientes, pero Juan tiene mucha fe y esperanza que va a estar bien en esta Diócesis, además él tiene una gran experiencia, estuvo trece años en Roma; estamos seguros que desempeñará un gran papel en este lugar”.
ACM