MORELIA, Mich. (EL UNIVERSAL).- La región Oriente de Michoacán ha sido una zona de guerra entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Familia Michoacana (LFM) que se disputan el control del territorio entre los municipios de esa zona está Zinapécuaro, donde la noche de ayer domingo un grupo fuertemente armado irrumpió en un palenque clandestino y asesinó a 20 personas.
Cuatro más de los asistentes a las peleas de gallos, resultaron lesionados y se desconoce de momento su estado de salud.
Apenas el 22 de noviembre del año pasado, otro comando irrumpió en otro lugar de apuestas clandestino, pero en el municipio de Zitácuaro, en la misma región Oriente.
Ese ataque dejó cuatro personas muertas y cuatro más lesionadas en un inmueble acondicionado como palenque en la comunidad de La Gironda.
La disputa por el control de territorio entre el CJNG y LFM arreció desde el mes de noviembre del 2021, en la franja colindante de Michoacán con el Estado de México.
Los municipios más golpeados inicialmente por esa batalla entre las organizaciones criminales antagónicas fueron Ciudad Hidalgo y Zitácuaro.
Después, su campo de batalla lo extendieron a otros municipios de la región Oriente, como Contepec, Tlalpujahua y ahora más reciente en Zinapécuaro.
Mientras el CJNG ingresaba sus tropas delictivas, LFM se fortalecía con la célula criminal de Los Correa, con operaciones principalmente en Ciudad Hidalgo.
Medardo Hernández Vera «El Mantecas« y/o «el 100», es identificado por las áreas de inteligencia, como el principal lugarteniente de La Familia Michoacana.
«El Mantecas«, es considerado uno de los principales generadores de violencia en una parte de Michoacán, otra de Guerrero y una más en el Estado de México, donde radica.
En el caso del CJNG, los informes de seguridad refieren que esa organización criminal movió a parte de sus filas operativas del estado de Guanajuato a esa zona de Michoacán.
Tras la masacre de este domingo, autoridades de seguridad señalaron que esos lugares de apuestas son controlados por las organizaciones del crimen organizado.
Dijeron a EL UNIVERSAL que los palenques clandestinos son incluso protegidos y vigilados por habitantes y base social al servicio de los grupos delictivos.
Los primeros reportes apuntan que lo ocurrido la noche de ayer en Zinapécuaro, es resultado de un ajuste de cuentas entre esas dos organizaciones criminales.