México, 4 jun (EFE).- Familiares de personas desaparecidas, en su mayoría madres y hermanas, protestaron este jueves en el centro de la capital mexicana para exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador un mayor presupuesto para la búsqueda de las víctimas.
El grupo, de unas 60 personas, denunció frente al Palacio Nacional que el plan de austeridad del Gobierno para afrontar la crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19 recorta los gastos de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
«En esta pandemia aprovecharon para tratar de disminuir en un 75 % el presupuesto, aunque las dependencias que trabajan con derechos humanos no deberían recortarse. Han despedido a la mitad del personal», dijo a Efe Yoltzin Martínez, cuya hermana desapareció en 2010 en Acapulco.
El grupo de familiares, todos con cubrebocas y algunos con monos blancos de protección, protagonizó una cacerolada y gritó consignas para exigir la búsqueda de las víctimas de desaparición forzada.
Como es habitual, llevaban fotografías de los desaparecidos y desplegaron pancartas con mensajes como «Pedimos que se respete el derecho de las víctimas».
La propia CEAV advirtió el martes que el decreto de austeridad de López Obrador tendrá «un impacto mayúsculo en su funcionamiento», pero ayer el presidente lo descartó.
«No se van a quedar familiares de víctimas sin apoyo, no se van a quedar los enfermos sin medicina, no se van a quedar los creadores sin sus becas, no se van a quedar los artesanos sin sus apoyos. Es poner orden porque estaba muy fraccionado todo», dijo López Obrador sobre la austeridad.
La protesta de este jueves no solo se centró en el presupuesto sino también en la gestión «ineficaz» del organismo.
Martínez denunció que los familiares han recibido un «trato indigno» por parte de la titular de la CEAV desde 2019, Mara Gómez, quien los ha tratado como a unos «interesados», dijo.
Además, reprochó que el organismo no ha financiado las labores de búsqueda que los familiares llevan a cabo sin descanso por su cuenta, incluso durante la pandemia.
«Si no nos ha detenido el crimen organizado ni la pandemia, nada lo hará», declaró Martínez, cuyo cuñado fue asesinado y desconoce el paradero de su sobrino.
Según datos oficiales, México acumula 61.637 personas desaparecidas, la mayoría entre 2006 y 2019, además de 37.000 fallecidos pendientes de identificar.
Aunque la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014 centró la atención mediática internacional, la crisis de desapariciones se inició en los años 60 con la llamada guerra sucia que emprendió el Gobierno contra opositores.
La guerra militar contra el narcotráfico iniciada en 2006 por el presidente Felipe Calderón (2006-2012) recrudeció las desapariciones.
Desde ese año, las autoridades han encontrado 4.974 cuerpos en 3.024 fosas clandestinas, la mayoría en los estados de Tamaulipas, Chihuahua, Guerrero, Sinaloa y Jalisco.