Nueva York, 22 may (EFE News).- La vida de Francisco Flores y su familia se ha tornado en el último mes en una pesadilla en la que reina la impotencia tras perder a tres seres queridos por la pandemia del coronavirus y sin poder enviar aún sus cuerpos a México.
El drama de Flores lo viven otras familias que han optado también por llevar los restos de sus parientes a México en lugar de incinerarlos, que desconocen de los procesos en un país extranjero y esperan que se completen los trámites para sepultarlos, los cuales incluyen un certificado de defunción, probar la relación con el fallecido, permiso para el traslado del cuerpo desde Estados Unidos y también dentro de México o traducción al español de documentos.
Los trámites se han complicado con funerarias abarrotadas con las miles de muertes provocadas por la pandemia, y la espera por vuelos directos -que finalmente comenzarán con más regularidad el 1 de junio-, lo que ha llevado a familias mexicanas a optar por la recomendación de la cancillería de México relativa a la cremación.
Además, hay que contactar una funeraria en México para que recoja el cadáver en el aeropuerto.
«La funeraria me dijo que en condiciones normales, cuando esto no existía, ellos se encargaban de todo pero ahora su personal está muy saturado de trabajo y no tienen quién se dedique a hacer estos trámites. Las oficinas del Gobierno están cerradas y es difícil contactar a las aerolíneas porque no están volando casi», dijo Flores a Efe.
«Estoy atado de manos», lamenta el mexicano, quien espera que en los próximos días se inicien finalmente los trámites con el consulado.
El pasado 16 de abril murió su hermano Cresencio, de 56 años, cuyo cuerpo quiere enviar al estado mexicano de Puebla como le ha pedido su octogenario padre, mientras sus restos permanecen en una funeraria.
«Definitivamente lo queremos enterrar, no cremar. Mis padres viven en México y fue lo único que me pidió mi padre (es) que si yo no lo podía llevar a enterrar donde nació que no lo cremara, que mejor lo enterrara acá», indicó.
Hasta el pasado 18 de mayo habían muerto 959 mexicanos en EE.UU. debido al virus, 641 de ellos en Nueva York -que concentra el mayor número-, Nueva Jersey y Connecticut.
Flores recordó que el 3 de abril también murió su primo y al día siguiente su cuñado, y sus cuerpos están en la misma funeraria. Él también está ayudando con los trámites para su cuñado y su primo «para que se vayan juntos» porque su destino final no es lejos de donde será sepultado su hermano.
«Sé de gente de mi pueblo que los ha enterrado aquí por lo complicado» de las gestiones, comentó.
«Impotencia» es la palabra que según Flores describe cómo se ha sentido en medio del proceso, aunque dice que luego de hablar finalmente esta semana con el consulado mexicano está más tranquilo. «Al principio cuando comenzaron los muertos (por el virus) fue muy difícil comunicarse» con la sede diplomática, recordó.
Mientras, los días van pasando y el coste de la funeraria, que mantiene los restos de sus tres familiares en sus cámaras refrigeradas, sigue en aumento.
«Me siento impotente, mucha impotencia porque todo esto se hace tan difícil (…). Estamos viviendo algo muy terrible», dice al recordar que él y sus tres hermanos en Nueva York enfermaron del virus y que luego ocurrió lo mismo con los hermanos de su esposa. Uno sobrevivió pero casi seis semanas después permanece bajo cuidado médico, y el otro murió y el mismo día falleció también la hermana en México de COVID-19.
«No es grato sentir esto que sentimos. No tenemos apoyo de las autoridades para poder transportar a nuestros difuntos. Uno siente que no vale nada. De por sí en este país como que no valemos mucho y muertos menos; solo somos una estadística. Yo no quisiera que nadie pasara por esta situación. Desgraciadamente nos tocó a nosotros», señala.
«Y todavía no terminamos. no estén Cuando estén descansando nuestros difuntos quizás comencemos a tener un poquito de paz», indicó.
El consulado está apoyando con hasta 1.800 dólares a los familiares para el pago de los gastos funerarios, para lo que tienen que presentar la factura y realizarse un estudio de ingresos. «Hace dos meses que no estoy trabajando» debido a la pandemia, dice Flores.
«Tenemos unos 70 cuerpos ya cremados y en proceso de documentación para que sean trasladados a México», dijo a Efe el cónsul de México en Nueva York, Jorge Islas.
Los restos están a la espera de que se reinicien los vuelos directos, que las empresas de mensajería retomen con regularidad sus vuelos y servicios y que se entreguen los documentos exigidos para que el consulado expida el visado para el transporte del cuerpo.
El Departamento de Salud indicó a Efe que el certificado de defunción puede solicitarse tan pronto se reporta la muerte y el caso ha sido registrado.
Recordó que debido a la COVID-19, las funerarias están recibiendo más solicitudes de arreglos de entierro y que los certificados de defunción aún pueden procesarse y entregarse a las funerarias o familias, incluso si no se han hecho los arreglos finales.