Una ocasión especial, como fue un enlace matrimonial, también fue el escenario donde se gestó uno de los mayores escándalos políticos de los últimos tiempos y que les ha costado, hasta el momento, el trabajo a dos funcionarios de primer nivel.
La unión del que era hasta entonces el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, con la consejera electoral Carla Humphrey, es tema de interés nacional, no por el evento social, que fue fastuoso y que según los enterados hubo derroche de dinero a manos llenas, sino por lo que aconteció antes de la ceremonia.
Ya se sabe que a la primera que le cercenaron la cabeza, políticamente hablando, es a Paola Félix, quien sólo duró como titular de Turismo de la Ciudad de México un mes, pues cometió el error, según ella, de viajar a Guatemala en un avión privado y que supuestamente fue detenida al llegar a ese país, donde le decomisaron hasta 25 mil dólares en efectivo.
La ahora ex-funcionaria del Gabinete de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien por cierto se perfila para ser la candidata presidencial por MORENA porque así lo ha hecho sentir el jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, quien la anda “placeando” en todos sus eventos políticos, cometió un yerro al tomar un vuelo privado hacia el vecino país, pero ahora se saben los detalles de lo ocurrido.
El viaje efectivamente tuvo como destino Guatemala, donde se celebró el enlace matrimonial y donde era sólo una de los cientos de invitados; el dinero fue reclamado por el dueño de un medio de comunicación, quien comprobó el origen lícito de esos recursos, pero como dicen, “no hagas cosas buenas que parezcan malas”, por lo que un viaje social terminó en su renuncia, pues obviamente no se quiso exponer a la opinión pública a Sheinbaum.
Ahora, el golpe más fuerte fue la renuncia obligada de Santiago Nieto, quien entre sus funciones tenía el combate al lavado de dinero y al financiamiento del terrorismo. Nieto fue, justamente, quien presentó la primera denuncia contra el ahora encarcelado Emilio Loyoza.
Nieto no hizo nada ilegal, pero su elegante boda es contrario a lo que exige el Presidente de sus allegados, la austeridad republicana.
Peeeero, este entramado se parece mucho al que dio origen al mayor escándalo de corrupción que tiene tras las rejas a varios de los invitados a otra boda. Sí, el matrimonio de una de las hijas del abogado Juan Collado, ahora encarcelado, quien tuvo entre sus múltiples asistentes a Rosario Robles, que ya sabemos dónde se encuentra; a Carlos Romero Deschamps, quien voluntariamente a fuerzas tuvo que dejar la dirigencia del sindicato petrolero; a Eduardo Medina Mora, quien curiosamente es objeto de investigación de lavado de dinero por la dependencia que dirigía Santiago Nieto y el invitado de honor, Enrique Peña Nieto.
Entonces, cualquier parecido con la realidad actual es mera coincidencia, por lo que esperaremos ver el desenlace de estas distinguidas bodas, que por lo pronto, no tuvieron un final feliz.