El caso de Fermín Orozco Sandoval, hermano del gobernador, MOS, sobre quien estaría abierta una carpeta de investigación por parte de la Auditoría Superior de la Federación, de lo que ayer publicamos un extracto, despertó un entendible morbo entre los seguidores lectores de este espacio (Cortando por Lozano) y en la sociedad en general en el transcurso del día, conforme la noticia era retomada por otros medios, trascendiendo las fronteras merced a las redes sociales.
Al interés social se sumó la inquietud de funcionarios y empleados de las tres instancias de gobierno, a muchos de los cuales les había llegado el rumor de la averiguación de las actividades supuestamente ilícitas de Fermín Orozco, a quien incluso poco se le conoce, porque se maneja en lo personal con bajo perfil.
Sin embargo, Fermín Orozco es de sobra conocido en las dependencias de gobierno por el tipo de actividades que realiza y que inevitablemente llevan a sospechar que lo hace con la complacencia del jefe del Ejecutivo.
Más aún: en las supuestas actividades ilegales del hermano del gobernador también estarían participando sus hijos, sobrinos de MOS.
Según la información filtrada, los hijos de Fermín están en la nómina de algunas dependencias, en las áreas administrativas, lo que facilitaría al secretario de Administración del Gobierno estatal, Paco Olvera, la asignación de contratos para trabajos de diversa índole, sin observar la obligación de realizar licitaciones, lo que permite suponer que la denuncia ante la Auditoría Superior de la Federación salió de entre prestadores de servicios, afectados por las supuestas prácticas ilegales que estarían realizando los familiares del gobernador.
Los contratos sin la debida licitación son para trabajos como: limpieza de oficinas, seguridad privada, entre otras, por decir de las menos importantes.