México, 15 ago (EFE).- La Fiscalía de la Ciudad de México dijo este jueves que ve incongruencias en el testimonio aportado por la joven de 17 años que fue presuntamente violada por policías capitalinos en la madrugada del 3 de agosto, unos hechos que han desatado indignación ciudadana.
«Con la información que contamos hasta hoy, podemos determinar que el momento, las circunstancias y el lugar de los hechos no coinciden con lo declarado por la víctima», aseguró en rueda de prensa Ulises Lara, portavoz de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México.
Añadió, sin embargo, que la Fiscalía seguirá «investigando hasta las últimas consecuencias este y todos los actos para llegar a los culpables».
El organismo capitalino llegó a esta conclusión luego de haber realizado «todas las investigaciones de campo», que incluyen entrevistas a testimonios, revisiones de cámaras de seguridad y registros de llamadas.
De acuerdo con la víctima, ese sábado por la madrugada se sintió perseguida por un vehículo en la alcaldía de Azcapotzalco, en el noroeste, y tocó una puerta para fingir que era su domicilio, pero la alcanzó una patrulla policial con cuatro agentes que la subieron al automotor y la agredieron.
Televisa difundió el miércoles imágenes de dos cámaras de seguridad particulares correspondientes a esa noche que muestran a la supuesta joven frente a ese domicilio en el momento que llega una patrulla y bajan dos policías que dialogan con ella.
Dos minutos después, llegan dos patrullas más y, posteriormente una ambulancia con paramédicos. Un poste impide ver lo que ocurre con la joven.
El portavoz de la Fiscalía capitalina invitó este jueves a la víctima y a su familia a «aportar más elementos y fortalecer la investigación de estos hechos».
«La Procuraduría reitera que seguirá actuando con legalidad, eficiencia, certeza jurídica, objetividad y estricto apego de los derechos humanos de mujeres y niños», aseveró Lara.
Y recordó que para la fiscalía capitalina «los delitos contra mujeres y niños son considerados prioridades».
El pasado lunes, unas 300 mujeres, integrantes de organizaciones y colectivos feministas, protestaron para exigir castigo y la destitución de los cuatro policías acusados de haber violado a la joven.
La marcha de las mujeres, llamada #NoNosCuidanNosViolan, inició frente a la Secretaria de Seguridad Publica de la capital, donde algunas integrantes lanzaron polvos de colores contra el secretario de esa dependencia, Jesús Orta.
Posteriormente, rompieron una puerta de cristal de la sede de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.
Más tarde, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, condenó esa marcha y aseguró que «no fue una manifestación, sino una provocación».
«No vamos a caer en ninguna provocación, esto fue una provocación, querían que el Gobierno usara métodos violentos y por ningún motivo vamos a caer, habrá carpetas de investigación», subrayó Sheinbaum.