El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las remesas enviadas por migrantes a sus países de origen, especialmente en América Latina y el Caribe, podrían verse afectadas por las políticas migratorias de Estados Unidos. Este fenómeno impactaría negativamente las expectativas económicas regionales, debido a sus implicaciones sobre el mercado laboral y el consumo.
En una conferencia de prensa, el director del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, explicó que las remesas han estado aumentando en el corto plazo, pero advirtió que este incremento podría ser temporal. «Esperamos que las remesas bajen en el futuro cercano, pero en el corto plazo están subiendo, aunque creemos que es un fenómeno transitorio», señaló Valdés.
El funcionario explicó que las economías de América Latina tendrán que adaptarse a las nuevas circunstancias que esta política migratoria podría generar. Se prevé que la reducción de migrantes hacia Estados Unidos y las deportaciones podrían generar un «shock» en los mercados laborales y afectar el consumo, un factor clave para el crecimiento económico regional.
Destacó que la caída en los flujos migratorios hacia Estados Unidos tendrá un impacto particularmente fuerte en países de Centroamérica y México, que dependen de las remesas. Sin embargo, Valdés señaló que esto podría representar una oportunidad para ciertos países, ya que la escasez de mano de obra en algunas naciones podría beneficiarse de los migrantes que regresen.
«Habrá desafíos para la reinserción de los migrantes, pero también oportunidades para los países con escasez de mano de obra», apuntó Valdés.
Por otro lado, Nigel Chalk, subdirector del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, agregó que se espera una caída significativa en la llegada de migrantes formales con «green card». En los últimos años, entre 3 y 3.5 millones de trabajadores migrantes llegaron a Estados Unidos, pero solo el 20% de ellos contaba con estatus legal. «Este descenso tendrá un impacto económico importante, especialmente en el equilibrio de los mercados laborales», comentó Chalk.
Además de las previsiones sobre la migración y las remesas, se subrayó que los países de América Latina no deben postergar la consolidación fiscal. «Es crucial que los países que han aumentado su deuda pública continúen con los esfuerzos para reducirla, sin recortar el gasto en programas sociales e infraestructura», destacó Valdés.
El organismo internacional también hizo un llamado a fortalecer las normas fiscales en la región para mejorar la credibilidad de las políticas públicas y mantener la sostenibilidad financiera.