El alcalde de la capital aguascalentense hizo una propuesta que se considera necesaria por la espantosa racha de accidentes que sucede si no día tras día, sí los fines de semana.
Hay sitios donde el índice de accidentes es mayor que en otros lugares y ya están identificados, son, sobre todo, los cruces de grandes avenidas, la curva de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y los pasos a desnivel, principalmente el de Salvador Quezada Limón.
Pero por supuesto que no son los únicos sitios, pues prácticamente en todo el Estado se registra un accidente tras otro y, lo que es peor, con gran índice de fatalidad.
Percances, muchos, razones, casi las de siempre: exceso de velocidad, conducir con distracciones o bajo los efectos de las bebidas alcohólicas o hasta de enervantes, y hasta no saber manejar, pues aunque no lo crea hay mucha gente que conduce vehículos sin tener las más mínimas nociones de cómo hacerlo y, le aseguramos, que incluso lo hacen sin tener licencia de manejo.
Y por si fuera poco, si alguien se sube a un vehículo se supone que es porque conoce las reglas de vialidad pero, por ejemplo, casi nadie usa las luces direccionales ni las intermitentes, obligando al que le sigue a adivinar sus movimientos, por eso tantos encontronazos por alcance, ah, pero que no sea el uso del claxon, porque dicen quítate que ahí te voy.
El uso del celular y otros aparatos electrónicos es tema aparte, pues son pocos los conductores que no los usan y ya se sabe que manejando cualquier distracción puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Y si a eso le añadimos baches en las arterias, que hay obras por doquier, la mala señalización, pero sobre todo el nulo respeto a las reglas de vialidad, pues se conjuga como un coctel muy peligroso.
Conducir en estos tiempos en Aguascalientes es un verdadero reto, por todos los factores antes mencionados, pero además la gente está ansiosa y desesperada, con ganas de llegar en un dos por tres a su trabajo o a su casa.
La cuestión de la pandemia también vino a cambiar un poco las cosas, pues tras poco más de un año de cierres y confinamientos, la ciudad vuelve a tomar su ritmo normal y regresaron las carreras, los embotellamientos y, en sí, el caos que se vive en Aguascalientes desde los últimos años.
El asunto de las fotomultas no es nuevo, ya se había implantado con anterioridad con buenos resultados, pero se infiere que por cuestiones políticas se dejó por la paz el proyecto, pues hubo voces que insistían que este programa era meramente recaudador, no de prevención, pero si por las buenas la gente no entiende, por las malas se verá obligada a no pisar el acelerador, porque infringir la ley cuesta, y mucho, y si es en los bolsillos, mucho más.
Ojalá que este proyecto se concrete, por el bien de los correlones, pero más por el de las víctimas inocentes de los inconscientes conductores que hacen sentir que la vida no vale nada.