Parece ser que en Aguascalientes la gente ya le tomó la medida a los virus del Covid-19 o que en definitiva dejaron de preocuparle los ataques de esos bichos peligrosos que siguen en circulación, pues hasta ahora y en lo que corresponde a la fase de revacunación con Abdala y Sputnik, sólo se han aplicado 23,710 dosis de las 204,840 que se tenían proyectadas, lo que representa apenas un 11.6 por ciento de la meta establecida.
Un reporte oficial al que HIDROCÁLIDO tuvo acceso confirma que la baja demanda del biológico se debe a la desconfianza que tiene la gente en la calidad y efectividad las vacunas rusa y cubana, en este caso la Sputnik y Abdala, por lo que las brigadas de vacunadores están utilizando a cuentagotas las dosis que se les entregan para ofrecerla de manera abierta entre la población.
El IMSS es la institución que más dosis ha aplicado hasta el momento con 9,869 personas vacunadas, cifra que representa el 9.8% de las 101,110 dosis que se le asignaron, mientras que el ISSSTE reporta un avance del 23.6% en cuanto a aplicación del biológico (5,863 dosis), aunque únicamente se le fijó como meta la aplicación de 24,810 dosis, es decir apenas una cuarta parte de las que fueron a dar al Seguro Social.
Al ISSEA se le dotó de un lote de 78,920 dosis de ambas vacunas y el avance que tiene es del 10.11%, pues apenas ha utilizado 7,979 dosis entre las personas que se han acercado a sus unidades a solicitar el reforzamiento de la vacunación.
Las 204,840 dosis repartidas entre las tres instituciones públicas del sector Salud, corresponden a lo que viene siendo la revacunación o aplicación del nuevo refuerzo contra el coronavirus, pues anteriormente el grueso de la población ya había sido inoculada contra lo que fueron las primeras variantes que presentó el Covid-19.
En ese sentido, el reporte oficial indica que desde el 2021 que inició la vacunación masiva, en Aguascalientes se han aplicado al menos 2 millones 770,284 dosis, mientras que a partir de octubre pasado y luego de un receso de casi año y medio se inició la fase de revacunación con el uso de las vacunas cubana y rusa que han tenido una pobre aceptación entre la población hidrocálida por una serie de factores.