El proyecto de modernización del transporte público ha resultado un rotundo fracaso por las decisiones unilaterales y la ambición desmedida que han exhibido las autoridades de gobierno, pues se ofreció un servicio de primera y lo que se tiene a los cinco años de la Administración es un sistema totalmente desarticulado y con camiones y combis que en lugar de dar servicio terminan por dar lástima, por lo obsoleto y las malas condiciones que presentan las unidades.
Anunciado como uno de los proyectos insignia del Gobierno orozquista, el transporte urbano atraviesa por una de sus peores etapas, al grado de que los camioneros y los mismos usuarios sostienen que se estaba mucho mejor en la época en que el servicio era administrado por ATUSA, que hoy, en que de manera atropellada se quiere dar paso a la creación de una sola empresa manejada por la compañía autotransportista de ADO.
Por lo inviable y lo caro del proyecto se abortó la creación de un sistema multimodal o integrador del transporte público, donde incluso se llegó a considerar la operación de un tren suburbano, pero a fin de cuentas todo ha quedado en “sueños guajiros” que se traducen en la idea de entregar el manejo del transporte urbano, que es el de mayor demanda, a una empresa especializada (ADO), generando inconformidad entre los transportistas.
El malestar de los empresarios del sector, según comentan, “no es por la idea de que haya más competidores, sino porque se tomó de manera unilateral y arbitraria la decisión de dar el manejo del servicio a una empresa foránea que viene por todas las canicas y que con la anuencia del Gobierno terminará por despojar de su patrimonio a quienes han participado toda la vida en la prestación del servicio”.
Sin un plan definido e incluso que es aún desconocido por los involucrados, en este caso los mismos camioneros, el proyecto modernizador del servicio “lo vemos sin pies ni cabeza, pero sí con una clara intención de que quienes ganen sean los foráneos y las autoridades”, pues de arranque se le está dando “gato por liebre” a los usuarios al traer de Texcoco, Puebla, y de otras ciudades un número importante de camiones “de desecho” que se quieren hacer pasar como nuevos.
“No se puede hablar de mejoras en el servicio cuando por un lado se desarticula el servicio al sacar de rutas a la mitad de los camiones que se tenían hasta antes de la llegada de YoVoy, y por el otro lado, lo que se está utilizando son camiones de medio uso o de desecho que fueron sacados del servicio en otras ciudades por su mala condición, por lo que el plan, lejos de avanzar, camina como los cangrejos”, señalaron camioneros que atribuyen este problema a la ambición desmedida de las autoridades de gobierno que “le apuestan más al negocio que al servicio que requieren los usuarios”.