Aguascalientes.- El de ayer fue un lunes y un inicio de semana laboral raro, diferente, pues sin haber sido un día feriado ni puente vacacional, las dependencias oficiales de los gobiernos federal, estatal y municipal trabajaron a medio gas, luego de verse obligadas a hacer una reingeniería en sus plantillas para que se viera afectado lo menos posible el servicio a la población por el paro de las mujeres trabajadoras.
Este movimiento también se extendió a no pocas empresas socialmente responsables, entre ellas HIDROCÁLIDO, donde se apoyó a las mujeres en su lucha y en sus aspiraciones por desarrollarse en un ambiente libre de riesgos y de obstáculos en su crecimiento personal, laboral, profesional y familiar.
El trabajo no se interrumpió en ninguna de las oficinas gubernamentales, pero sí se vio limitado por la notable ausencia de las mujeres que atendieron el paro al que se les convocó con sobrada anticipación; no obstante que en cada dependencia se tomaron providencias para llamar a suplentes, como ocurrió en el caso de algunas unidades de salud (ISSEA e ISSSTE), no dejaron de verse problemas en su operación.
Hubo centros de salud y clínicas, sobre todo las que están a cargo del ISSEA y del ISSSTE, que prescindieron de la mayoría de las mujeres trabajadoras, pero que también se observaron con poca afluencia de gente porque entre la población usuaria prevaleció la idea de que se suspendería la atención médica.
Ocurrió lo mismo en empresas y comercios del ramo de los servicios como es el caso los bancos, pues no fueron pocas las sucursales que estuvieron cerradas; VEOLIA que mantuvo cerradas sus diferentes oficinas de cobro del servicio, algunos restaurantes que de la misma manera decidieron apoyar a sus empleadas y que no brindaron servicio, así como zapaterías, tiendas de ropa y una serie de establecimientos más que se solidarizaron con la lucha de las mujeres.
Hubo algunas empresas grandes sobre todo del ramo automotriz, de manufacturas y de la misma manera instituciones públicas que se solidarizaron abiertamente con la causa de las mujeres y que permitieron que se portara el tradicional moño morado en los uniformes de trabajo, pero que por compromisos de producción y con sus clientes, en el caso de las primeras, y con la población usuaria y a la que tenían incluso agendada para otorgarle consulta médica, cirugía o análisis de laboratorio, trabajaron con plantillas completas y al 100% en todas sus áreas.