Villahermosa, (México) 14 jun (EFE) .- Militares y policías federales del suroriental estado mexicano de Tabasco impidieron este viernes la fuga de más de un centenar de migrantes que se escaparon de un refugio temporal.
El motín ocurrió este viernes al oeste de Villahermosa, la capital, cuando al menos un centenar de migrantes se escaparon de las instalaciones oficiales, una antigua iglesia que ahora es ocupada por el Instituto Nacional de Migración (Inami) ante la saturación de sus estaciones migratorias en Villahermosa y en Tenosique.
Los migrantes se dividieron en tres grupos durante la fuga.
Treinta de ellos fueron interceptados por policías locales, quienes para aliviar la tensión existente ofrecieron tortas (bocadillos) y refrescos a los migrantes, que dijeron estar hambrientos, tal y como constató Efe.
En tanto, el segundo contingente integrado por unos 60 migrantes fue bloqueado por el Ejército mexicano y la Policía Federal, en un suceso que registró momentos de fuerte tensión.
Se estima que un tercer grupo, configurado por unas diez personas, logró huir.
La mayoría de los migrantes denunciaron que las autoridades del Inami los mantienen retenidos en condiciones infrahumanas de salud, higiene y alimentación.
«Nos están atendiendo mal, mi niña en brazos pidiéndome comida, lo único que queremos es que nos regresen (a nuestro país), no es justo. ¡Que no nos molesten!», gritó un hombre tras ser interceptado.
Otro migrante afirmó que al interior del refugio temporal hay cerca de 500 centroamericanos detenidos y muchos de ellos son niños y algunas mujeres embarazadas.
Desde mediados de octubre, miles de migrantes, la mayoría centroamericanos, cruzan México en caravana en un éxodo sin precedentes que ha desatado fuertes choques diplomáticos.
La mayoría de los migrantes que atraviesan México con destino a EE.UU. huyen de las condiciones de violencia y falta de oportunidades económicas de El Salvador, Honduras y Guatemala.
En la última semana, el Gobierno de México ha reforzado la seguridad en la frontera a fin de superar la crisis diplomática con Estados Unidos, quien amenazó con imponer aranceles a todos los productos mexicanos si este no frenaba el flujo migratorio hacia el norte.