México, 18 sep (EFE).- El Gobierno de Ciudad de México prevé que todos los damnificados del sismo del 19 de septiembre de 2017 hayan vuelto a sus casas en 2021 pese a los problemas legales y técnicos de la reconstrucción, aunados a la presión de los propios afectados, dijo a Efe el responsable de este esfuerzo, César Cravioto Romero.
Durante una entrevista en su oficina ubicada en la sede del Gobierno capitalino, el titular de la Comisión para la Reconstrucción en Ciudad de México señaló que la actual administración local, encabezada por Claudia Sheinbaum, entró en funciones el 5 de diciembre de 2018, casi 15 meses después del sismo.
Indicó que todas las viviendas unifamiliares que han sido reconstruidas o rehabilitadas han estado a cargo de la nueva administración, pues «en el Gobierno anterior no había ni un plan de atención a la vivienda unifamiliar».
«Al día de hoy llevamos 430 viviendas entregadas y alrededor de 3.000 intervenidas. Son casi 12.000 viviendas unifamiliares afectadas por el sismo. Queremos en diciembre llegar a entre 6.000 y 7.000 viviendas intervenidas, para que en 2020 terminemos toda la vivienda unifamiliar», precisó.
En cuanto a edificios, afirmó que el anterior Gobierno sí dejó 60 inmuebles en obra de los poco más de 400 afectados, y que la actual administración ya cuenta 140 inmuebles intervenidos, de los cuales 40 ya terminaron su obra. «Algunos (damnificados) ya regresaron, otros están en los acabados interiores de sus departamentos», expuso.
Cravioto apuntó que el Gobierno se propone terminar este año con una intervención de unos 200 edificios para que las obras de los otros 200 puedan comenzar en 2020.
«O sea que para 2021 ya solo estarían dándole seguimiento a las obras iniciadas -las últimas, insisto- en 2020. Porque la meta es que para el cuarto año del sismo ya toda la gente haya regresado a sus viviendas», enfatizó.
El funcionario dijo que actualmente se otorgan 4.000 pesos (206,6 dólares) mensuales a 9.300 familias como apoyo para renta mientras reciben sus casas, así como respaldo jurídico y técnico.
Subrayó que la reconstrucción es un tema muy complejo que enfrenta problemas de diversa índole, como conflictos por testamentos o contratos privados de compraventa «que nunca se materializaron en una escritura».
Respecto a la parte técnica, aludió a algunas de las más de 300 empresas que participan en la tarea. «Ya tuvimos que sacar a 70 empresas que no estaban cumpliendo con los requisitos de la reconstrucción», afirmó.
Asimismo, anotó que en el sector oriente de la ciudad hay zonas de grietas, lo que obliga a revisar predio por predio la situación.
«Infinidad de problemáticas que hay en la reconstrucción. Los propios dos años que ya llevamos, que insisto nosotros entramos después de 15 meses. Pero la gente no cuenta desde que nosotros entramos; cuenta desde que se quedó sin casa. Eso genera una presión adicional», sostuvo.
Por otro lado, reveló que a raíz de la revisión del suelo en el oriente de la ciudad hay registradas unas 800 familias que muy probablemente tendrán que ser reubicadas.
«Vamos a necesitar terrenos para construirle a esta gente, y se va buscar un mecanismo jurídico para que el Gobierno se quede con los terrenos» para evitar que vuelvan a erigir viviendas en ellos, explicó.
Sobre el costo del esfuerzo, dijo que el Fideicomiso para Reconstrucción en Ciudad de México tiene a la fecha 3.500 millones de pesos (180,8 millones de dólares), de los cuales 2.000 millones (103,3 millones de dólares) ya están comprometidos.
En total, calculó que para la construcción se comprometerán alrededor de 7.000 millones de pesos (361,6 millones de dólares).
El comisionado descartó que otras prioridades del Gobierno capitalino, como la inseguridad, pudieran distraer esfuerzos de la reconstrucción.
«Todo lo contrario. La jefa de Gobierno, la doctora Claudia Sheinbaum, le pone una atención muy especial a la reconstrucción», aseveró.
El 19 de septiembre de 2017, un terremoto de magnitud 7,1 con epicentro entre Puebla y Morelos (centro del país) dejó 369 muertos, 228 de ellos en Ciudad de México.
Días antes, el 7 de septiembre, un sismo de magnitud 8,2 con epicentro en el suroriental estado de Chiapas causó 98 víctimas mortales.