MONTERREY, NL., marzo 1 (EL UNIVERSAL).-
El gobierno de Nuevo León, a través de la Secretaría del Medio Ambiente, clausuró la mañana de este viernes la Refinería de Cadereyta debido a que el personal de las instalaciones de Pemex «se negó a colaborar» con las autoridades estatales que acudieron a realizar una inspección para verificar supuestas emisiones contaminantes.
En un hecho del que no se recuerdan antecedentes en la entidad, la medida de clausura fue realizada por un equipo encabezado por el secretario del Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz, al amparo de una resolución del juzgado segundo de distrito en materia administrativa.
La administración que encabeza el gobernador Samuel García, de Movimiento Ciudadano, señaló que «ante la negativa de la refinería de Cadereyta de colaborar y recibir al equipo de la Secretaría de Medio Ambiente, y debido a la ostensible y notoria emisión de contaminantes a la atmósfera, que afecta a la población, y conforme a la suspensión -otorgada por el juzgado de distrito, y que faculta al gobierno estatal para realizar inspecciones y clausuras temporales contra las instalaciones de Pemex-, esta mañana (viernes) quedó clausurada la refinería Héctor R. Lara Sosa».
Se expuso que «con el fin de llevar a cabo la inspección para dar cumplimiento a la orden de la Juez Segunda en Materia Administrativa, el equipo de la Secretaría del Medio Ambiente acudió a la refinería de Cadereyta, sin embargo, se les negó el acceso a pesar de la orden de la juez, por tal motivo se procedió a la clausura».