México, 4 nov (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó este lunes a varios opositores, entre ellos al hijo del expresidente Felipe Calderón, Luis Calderón Zavala, de orquestar una campaña contra la prensa mediante «bots» en redes sociales, un hecho que los acusados han negado tajantemente.
López Obrador presentó en su conferencia de prensa matutina, junto al titular de la Unidad de Información Infraestructura Informática y Vinculación Tecnológica de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alejandro Mendoza, un informe en el que explicaba la actividad de esta supuesta red de difamación a través de «bots» (cuentas asociadas a robots programables).
Según la investigación gubernamental, se tejió una campaña alrededor de las etiquetas #PrensaProstituida, #PrensaSicaria y #PrensaCorrupta, cuyo motor principal fue el usuario de Twitter Tumbaburros.
El gobierno de López Obrador ha criticado con frecuencia a la prensa y, de hecho, las etiquetas surgieron tras un nuevo cuestionamiento gubernamental a los medios, pero la campaña fue aprovechada tanto por partidarios como opositores del presidente, quienes, según este, fueron los que usaron los mensajes automáticos.
«Los conservadores están desquiciados, desesperados, no tienen argumentos, insultan y utilizan robots, cosa que es inmoral, nosotros nunca jamás lo hemos hecho ni se hará», acusó el presidente en la conferencia de prensa.
Entre los ‘nodos’ que ayudaron a distribuir los mensajes del usuario Tumbaburros, muestra la investigación, estaban las cuentas del exsecretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer; la del diputado federal por el partido conservador Partido Acción Nacional (PAN) Juan Carlos Romero Hicks; y la de Luis Felipe Calderón Zavala, hijo del expresidente.
Las etiquetas (hashtags) estuvieron entre lo más comentado entre el día 31 de octubre, tras la conferencia en la que el presidente ofreció los detalles de la detención del hijo de Joaquín «el Chapo» Guzmán, y el día 1 de noviembre.
Y se mantuvieron entre las diez primeras tendencias hasta el pasado día 3.
El 77,83 % de los mensajes emitidos en la conversación virtual fueron vertidos por usuarios reales, mientras el otro 26,14 % correspondieron a ‘bots’, según detalla el informe.
SE DEFIENDEN DE LAS CRÍTICAS
Los acusados por el Gobierno se defendieron públicamente al poco de la presentación del documento.
El expresidente Felipe Calderón aclaró en una entrevista para Grupo Fórmula que su hijo sí participó en una campaña anterior de la cuenta Tumbaburros, con la grabación de un vídeo, pero que no forma parte de ese perfil, por lo que la acusación es una «calumnia».
«Para desviar la atención pública, (López Obrador) puede recurrir a lo que sea, pero no le voy a aceptar que se meta con mis hijos. Hay límites que no se deben cruzar», advirtió Calderón antes de asegurar que espera una retractación del presidente.
El usuario de Twitter Tumbaburros negó en declaraciones a Efe ser el hijo del jefe del gobierno mexicano entre 2006 y 2012, aunque sí admitió su relación con Calderón Zavala.
«Luis es muy amigo mío. Pero niego categóricamente que él esté detrás de mi cuenta o siquiera en el proceso de creatividad de mis tuits», insistió, a la par que aseguró no haber tenido «absolutamente nada que ver con esas etiquetas contra periodistas».
El tuitero, que experimentó un crecimiento de unos 15.000 seguidores en dos horas en la mañana de este lunes, hasta contar con más de 105.000, calificó las acusaciones del gobierno como «contraproducentes», ya que, a su parecer, le «legitiman como oposición».
Por su parte, el diputado Juan Carlos Romero Hicks pidió una cita con el máximo mandatario mexicano y, en sintonía con Calderón, señaló que el informe responde a una intención del gobierno por desviar la atención tras la crisis ocasionada con la fallida detención del hijo del Chapo, Ovidio Guzmán, el pasado 17 de octubre en Culiacán, noroccidental estado de Sinaloa.