México, 30 jul (EFE).- El Gobierno mexicano y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) acercaron posiciones este martes en una conferencia en Ciudad de México, después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificase una recomendación de este organismo como «vergüenza».
«Lo que menos necesita el país es que haya confrontación cuando lo que urge es resolver esta crisis humanitaria. (…) Va a haber desavenencias y debates, pero el principio de reconocimiento de autonomía y competencias de la CNDH va a ser plenamente respetado», aclaró el Subsecretario de Gobernación y responsable de derechos humanos, Alejandro Encinas.
El pasado viernes, el presidente mexicano calificó como una «vergüenza» la recomendación emitida por este organismo a algunas dependencias gubernamentales en relación al Programa de Estancias Infantiles, que el nuevo Gobierno canceló como parte de su plan de austeridad y de lucha contra la corrupción.
El organismo consideró que la sustitución de este programa por uno diferente podía poner en riesgo los derechos de los niños que acudían a estas guarderías.
«La CNDH hace unos días ha sido por primera vez en 30 años descalificada desde lo más alto del poder del Estado, la propia Presidencia de la República», criticó Marieclaire Acosta, miembro del Consejo Consultivo de la CNDH.
Aunque la activista afirmó que López Obrador «quiere un modelo de Gobierno basado en el estado de derecho» y fue «el primero en reconocer la gran crisis de derechos humanos por la que pasa México», no dudó en criticar el camino que está tomando el mandatario.
«Este Gobierno tiene la tendencia de colocarse por encima de la ley si lo considera necesario para lograr transformaciones. La justicia se coloca por encima de la legalidad y pareciera a veces que él mismo (López Obrador) la encarna», dijo.
A pesar de esto, Acosta aceptó que desde su constitución hace 30 años, la CNDH recibió críticas ya que su función es «cerciorarse» que los gobiernos respetan los derechos humanos y más actualmente, en una grave crisis debida a la debilidad del estado de derecho.
Por su parte, Encinas aseguró que el Gobierno actual está comprometido con la importancia de la CNDH y dijo que salvo este «lamentable desencuentro» en relación a la recomendación sobre estancias infantiles, «no cabe la ambigüedad en temas de protección de derechos humanos».
El presidente de la CNDH, Luis Raúl González, destacó la importancia de la institución como vigilante de los gobiernos, y recordó que en la actualidad México enfrenta tres binomios: pobreza y desigualdad, violencia e inseguridad, y corrupción e impunidad.
«Las instituciones públicas protectoras de derechos humanos como la CNDH son necesidad del estado mexicano ante la crisis de derechos humanos. La crisis no la provocaron las instituciones protectoras, la provocaron los incumplimientos de los gobiernos ante recomendaciones», terminó González.