CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 18 (EL UNIVERSAL).-
El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó este lunes la controvertida ley SB4, que permitirá a la policía estatal y local detener a los inmigrantes que se crea que se encuentran ilegalmente en el estado y a concede a los jueces estatales el poder de ordenarles que regresen a México.
Abbott firmó la ley en un acto en Brownsville, Texas. Está programado que entre en vigor a principios de 2024, aunque grupos de derechos civiles ya han dicho que presentarán una demanda y lo más probable es que la ley termine en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Bajo esta ley, el ingreso ilegal desde un país extranjero se convertirá en delito estatal; eso significa que el gobierno de Texas podrá acusar a los inmigrantes de un delito menor de clase B, que se castiga con hasta seis meses de cárcel o 2 mil dólares de multa. La pena podría aumentar a un delito grave de cárcel estatal si el acusado tiene alguna condena previa por el mismo delito. Al mismo tiempo, la ley permite a la justicia estatal ordenar la expulsión de personas sin mediar proceso judicial.
Se trata de la ley más restrictiva para los migrantes que se haya aprobado en Estados Unidos, al permitir a la policía arrestar personas sólo por sospechas sobre su estatus migratorio, advirtió la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), que dijo a Abbott que «la crueldad con los migrantes no es una solución política».
La SB4 «viola disposiciones constitucionales críticas acerca del papel del Gobierno federal en la definición de las prioridades de inmigración, y las limitaciones de los estados en cuanto a interferir con esas prioridades y con las relaciones internas e internacionales de Estados Unidos», dijo recientemente a EFE David Donatti, abogado de ACLU en Texas.
Abbott firmó además un proyecto de ley separado, conocido como Proyecto de Ley del Senado 3, asignando 1.54 mil millones de dólares en fondos para que el estado continúe construyendo un muro fronterizo estatal similar a uno que se construyó bajo el mandato del ex presidente Donald Trump, informó el Dallas Morning News.