Berlín, 20 dic (EFE).- La activista medioambiental sueca Greta Thunberg prosiguió hoy su huelga contra la crisis climática de los viernes, de regreso a Estocolmo, el lugar donde inició una campaña que se ha convertido en global.
Thunberg colgó en su cuenta en twitter una imagen suya con su emblemático cartel de «Skoltreijk för klimatet» -«huelga escolar por el clima»-, la frase con la que inició su denuncia, en agosto de 2018. Tenía entonces 15 años y el lugar elegido fue el Parlamento de la capital sueca.
«Semana 70, Estocolmo», es el mensaje que acompaña a la foto. Thunberg se mantiene así simbólicamente en huelga escolar, en una nueva edición de los llamados «Fridays for Future», pese a que en realidad la mayoría de las escuelas suecas empezaron este viernes las vacaciones navideñas.
Thunberg regresó a su país esta semana, tras una larga gira de más de cuatro meses en que ha recorrido medio mundo llamando a luchar contra la emergencia climática y exigiendo de los líderes políticos acciones contundentes.
Su gira mundial empezó a finales de julio, cuando cruzó Europa en tren para partir desde Reino Unido hacia Nueva York en un velero que genera cero emisiones y participar en la cumbre climática de la ONU.
Siguió viaje luego hacia América Latina, con intención de asistir a la COP25 que debía celebrarse en Chile. A la cancelación de la cita chilena, debida por la convulsa situación política del país, siguió otra larga travesía transatlántica hasta llegar a Portugal, a principios de diciembre.
De Lisboa salió en un tren nocturno hacia Madrid, convertida en nueva sede de la COP25. En la capital española intervino tanto como oradora de la cumbre como ante la multitudinaria concentración que se desarrolló en el centro de Madrid.
De España siguió a Italia, donde se sumó a otra concentración de «Fridays for Future». Ahí empezó el camino de regreso a Suecia a través de Alemania, trayecto que acabó convirtiéndose en un nuevo episodio mediático al colgar una imagen suya sentada en el suelo y señalar que viajaba en un tren abarrotado.
Su mensaje generó malestar en la compañía alemana de ferrocarriles, Deutsche Bahn -DB-, pero también mensajes de simpatía de ciudadanos que en algún momento han tenido malas experiencias con esa red.
La propia Thunberg lamentó en otro tuit que aparentemente haya desatado mayor interés mediático ese tuit que lo que calificó de «fracaso» de la cumbre climática COP25 de Madrid.