Guatemala, 11 jul (EFE).- La XVI edición de la Feria Internacional del Libro de Guatemala, dedicada a la vida y obra del poeta maya k’iche’ Humberto Ak’abal, abrió sus puertas este jueves con el estado de Chiapas como invitado de honor.
Con un acto oficial presidido por el ministro de Cultura y Deportes, Elder Súchite, en el que el grupo de marimba interpretó varios temas, se dio por inaugurado este encuentro de lectores en el que recibirá un homenaje especial el literato Ak’abal.
Dedicada a la vida y obra del poeta maya k’iche’ Humberto Ak’abal, fallecido a los 67 años en enero pasado, la Filgua 2019 centrará su temática en el Estado chiapaneco, invitado de honor en esta ocasión.
Libros, autores, talleres, cultura, gastronomía y artesanía chiapaneca engalanará la Feria del Libro guatemalteca, que se desarrollará bajo el manto espiritual del poeta Ak’abal -el heredero de la lengua de los dioses, como él decía-.
En ese manto también participarán autores de renombre internacional, como el español Manuel Vilas con su celebrada «Ordesa», o el mexicano Paco Ignacio Taibo II, la ecuatoriana María Fernanda Ampuero, la chiapaneca Petrona de la Cruz y el también español Javier Santaolalla.
La XVI edición de Filgua, que se desarrollará del 11 al 21 de julio de 2019 en el Forum Majadas (zona 11 de la capital), buscará romper de nuevo sus propios récords y sumar un total de 80.000 visitantes, que ya solo en 2018 sumó 65.000.
Serán 158 casetas de exposición, 45 actividades de Chipas, 90 escritores y académicos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Israel, México y Guatemala, además de 18 actividades musicales.
Entre ellas está Yojaira Chan, de Nawal Wuj, una editorial, librería y fábrica que trae a este espacio libros que buscan recuperar los idiomas indígenas, muebles de teca y artesanía local, y obras reivindicativas y sociales sobre el sentir de los pueblos originarios y la discriminación que enfrenta.
Rodeada de juguetes y dulces típicos, realizados con ajonjolí y miel, Chan señala a EFE que pasear por este espacio, del que penden los símbolos de los nahuales del techo, es como regresar en el tiempo 40 o 50 años, a las raíces de los antepasados.
Y recuperar el interés por la lectura es el objetivo de Rayuela, la librería de Lisa Estrada, quien enseña con detenimiento los ejemplares para los más pequeños, llenos de ilustraciones y fantasía.
Pero también destaca una sección especial. La del «empoderamiento femenino», donde a través de la lectura se les recuerda a las niñas que todo es posible y que serán «lo que ellas quieran».