Naciones Unidas, 29 ene (EFE).-
El secretario general de la ONU, António Guterres, se reunirá mañana en Nueva York con potenciales donantes que ayuden a cubrir los fondos de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), después de que más de quince países hayan anunciado que suspenden su contribución por la posible implicación de algunos de sus miembros en ataques contra Israel.
El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, dijo este lunes en una rueda de prensa no saber cuáles son los potenciales donantes que acudirán a esa reunión, pero añadió que la ONU hará lo posible por responder a las preocupaciones de los donantes que, como la Unión Europea, han pedido una auditoría externa realizada por agentes independientes.
«Cualquier estado miembro que tenga los recursos financieros para apoyar a la Unrwa, los vamos a llamar», dijo Dujarric, sin citar a ninguno en concreto.
El portavoz volvió a pedir a los países que han anunciado que suspenden su financiación -entre ellos EE.UU., Canadá, Japón y varios europeos- que «garanticen la continuidad» del trabajo de la Unrwa al menos en «el trabajo humanitario más crítico».
Dujarric recordó que la Unrwa tiene 13.000 empleados en Gaza que asisten a más de un millón de palestinos, pero su trabajo no termina allí, pues tienen a otros 17.000 agentes en Cisjordania, Líbano y Siria en tareas de asistencia -sanidad, educación y hasta alimentación- a los refugiados palestinos.
El trabajo de la Unrwa es insustituible
Pero dejó claro que el trabajo de la Unrwa en Gaza es insustituible o irrealizable por otra agencia de la ONU: «Ninguna organización fuera de la Unrwa tiene la infraestructura para hacer el trabajo que hacen. No es como si otra organización llega mañana y hacen el trabajo de ellos, no es factible», aclaró.
Sobre las acusaciones a la Unrwa de colusión con el terrorismo, Dujarric recordó que hay dos investigaciones en marcha: una de Asuntos Internos de la ONU, lanzada el pasado viernes, para delimitar la supuesta implicación de nueve miembros de la agencia en los ataques del 7 de octubre contra Israel, y otra más global sobre su funcionamiento que ya había comenzado en fecha anterior.
Según el portavoz, las supuestas pruebas que incriminan a los nueve agentes de la Unrwa -uno de los mencionados por Israel está muerto y dos más desaparecidos- fueron mostradas al comisionado general de la agencia, Philippe Lazzarini, que fue quien decidió la expulsión de los nueve como medida administrativa mientras se completa la investigación.
Posteriormente, Lazzarini se ha comunicado por teléfono con Guterres en varias ocasiones durante el fin de semana, y Guterres dijo sentirse «horrorizado por esas acusaciones», aunque Dujarric aclaró que el secretario general no ha visto esas pruebas incriminatorias.
Hoy el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, canceló una reunión con Lazzarini y pidió acto seguido su dimisión: «Los partidarios del terrorismo no son bienvenidos aquí», dijo.
Trece países han congelado sus aportaciones a la Unrwa, mientras que otros se muestran cautelosos a la espera de que se aclaren las denuncias. Entre los que han suspendido las ayudas figuran Estados Unidos, el primero en dar este paso el viernes, y a quien siguieron Canadá, Reino Unido, Australia, Finlandia, Países Bajos, Austria, Alemania, Italia, Francia, Suiza, Rumanía y Japón.