CUERNAVACA, Mor., octubre 12 (EL UNIVERSAL).- El diagnóstico estatal de Reinserción Social 2021 que presentó la Comisión de Derechos Humanos del estado de Morelos (CDHM) ante el Congreso local, reveló que las cárceles de Morelos registran una calificación general del 7.19 y que, además, prevalece el autogobierno por grupos criminales. El presidente de la CDHM, Raúl Hernández Cruz, señaló en su tercer informe que las problemáticas más graves que prevalecen en los penales son el hacinamiento, el autogobierno y la falta de servicios post-penales.
La supervisión se llevó a cabo del 6 al 10 de diciembre del 2021 y hasta ese entonces, dijo, la población total de los centros ascendía a 3 mil 929 Personas Privadas de su Libertad (PPL) de las cuales mil 402 se enfrentaban procesos penales y 2 mil 527 recibieron sentencia. Hernández Cruz destacó que se hizo un estudio especial sobre el trato que reciben las mujeres y concluyó que sufren violencia de género, viven en malas condiciones y no cuentan con los servicios de salud necesarios.
«Las mujeres privadas de la libertad representan uno de los grupos sociales más marginados, ya que se enfrentan en todas las etapas de sus procesos penales a legislaciones androcéntricas e inequitativas, así como a sistemáticas violaciones a sus derechos humanos, aún y cuando existe normatividad que las protege», indicó.
Señaló que la cárcel no se vive de la misma manera si se es hombre en comparación con ser mujer y de acuerdo con el resultado de la encuesta que se aplicó a 228 mujeres, el 95 por ciento de ellas no reciben atención médica con trato diferenciado, mientras que el 3 por ciento refirió no recibirlo y el 2 por ciento no lo requiere.
De igual manera fueron cuestionadas sobre la atención médica que reciben las mujeres embarazadas y un 2 por ciento respondió que les proporciona, pero el 98 por ciento señaló que no lo requiere y solo el 55 por ciento de las mujeres encuestadas manifestó que se les proporciona algún método anticonceptivo.
De lo anterior se advierte que, entre otras cosas, no se les garantiza el ejercicio digno de su maternidad y lactancia; el suministro de artículos para satisfacer las necesidades propias de su género; conservar la guardia y custodia de su hija o hijo menor de tres años; recibir trato directo de personal femenino y recibir educación inicial, atención pediátrica y vestimenta para sus hijas o hijos, acorde a su edad y etapa de desarrollo.