México, 25 jun (EFE).- Cerámica prehispánica, entierros coloniales y restos de un drenaje del siglo XIX fueron hallados los últimos dos años en excavaciones en la antigua Biblioteca Nacional de México, informó este martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Las excavaciones revelaron tres niveles de ocupación de lo que fue hasta el siglo XIX el Convento de San Agustín, mismo que tras la reforma de 1857 -que expropió los bienes del clero- fue convertido en sede de la Biblioteca Nacional, explicó el INAH en un comunicado.
El sitio ha sido intervenido desde hace dos décadas por expertos de la UNAM para controlar su hundimiento y, en los últimos dos años, especialistas del INAH establecieron 21 «unidades de excavación» que desvelaron las transformaciones de la edificación tanto en su cimentación como en su aspecto estético.
El equipo a cargo de las arqueólogas María de la Luz Moreno Cabrera, Sandra Muñoz Vázquez y María Abigail Becerra registraron tres niveles de ocupación, de la época prehispánica, la etapa colonial y del siglo XIX.
Rescataron cerámica y lítica de la época prehispánica y los hallazgos de la etapa virreinal encontraron tanto cerámica, lítica, metal, concha y hueso, pisos, cimientos y entierros; para el nivel del siglo XIX hallaron drenajes.
Este convento fue construido en terreno donado por el emperador Carlos V llamado Zoquipan, que significa «Lugar de tierra fangosa», en lo que fue el barrio prehispánico de Moyotlan, el «Lugar de los mosquitos», explicó el INAH.
Se ubicaron pisos empedrados de piedra bola y de lajas de cantera rosa y gris, un muro de mampostería de la barda perimetral del siglo XVIII, explicó la institución en un comunicado.
Las arqueólogas encontraron varios entierros, de al menos seis personas, una de ellas una mujer con un lujoso vestido a modo de mortaja, y de cinco más que pueden corresponder a militares, explicaron.
Señalaron que los entierros hallados reflejan la jerarquía de los personajes sepultados en San Agustín, tanto en la época virreinal, como en el primer periodo del México independiente.
El INAH precisó que entre los personajes que fueron sepultados en el Convento-Biblioteca están el virrey Marcos Torres y Rueda, fallecido en 1649, y hay la presunción, sin pruebas, de que en este templo pudo ser enterrada una hija del emperador Moctezuma II.