Los Ángeles, 24 oct (EFEUSA).- Sin juegos infantiles, pero con patadas y trompazos; sin calabazas ni dulces, pero con shows de «striptease»; y sin disfraces de fantasmas, pero con luchadores enmascarados. Así celebran Halloween en Lucha Vavoom, un espectáculo de Los Ángeles que combina lucha mexicana y bailes eróticos.
El Mayan Theater, un emblemático teatro del centro de esa ciudad californiana con una abigarrada ambientación de aire precolombino, vivirá este jueves por segunda noche su «Fiesta Fantasma!», la particular celebración de Halloween a cargo de estos luchadores.
Eso sí, aquí no hay dulces o travesuras: la única promesa del show es que habrá «sexo y violencia» (figurados, por supuesto).
«Me dicen ‘La Güera Loca'», explicó a Efe, entre risas, la imponente Taya Valkyrie, una de las estrellas de la velada.
Apurando los preparativos en el vestuario antes de subirse al ring, esta luchadora trotamundos (es canadiense, se formó en México y estos días lucha en Los Ángeles) aseguró que Lucha Vavoom «tiene una energía» especial.
«Es un evento como no hay otro del mismo nivel: combinar lucha libre mexicana con el baile, con los cantantes, con todo. Es una experiencia totalmente diferente que un evento normal de la lucha libre», argumentó.
Aunque estos días se consagra a Halloween, Lucha Vavoom, que tiene más de quince años de historia, celebra fiestas temáticas a lo largo del año, desde una muy hispana por el Cinco de Mayo hasta una «romántica» por San Valentín.
«Este año hemos hecho un Halloween ligero», afirmó a Efe Liz Fairbairn, cofundadora del espectáculo junto a Rita D’Albert.
«Normalmente, Halloween en Lucha Vavoom da más miedo, pero ahora las cosas en el mundo real ya dan demasiado miedo…», añadió.
Si este es un Halloween «ligero» habría que comprobar cómo fueron los anteriores.
Porque en «Lucha Fantasma!» se dan la mano el terror clásico de los monstruos de Universal con la ambientación estrambótica de John Waters y el cine de serie B (detalles escatológicos incluidos).
Entre combate y combate, es el momento del show erótico.
Y por ser Halloween, se busca el cruce entre lo escalofriante y lo irresistible: vampiros sexys, brujas de cuento con poca ropa, y hasta monjas y curas cometiendo más de un pecado.
La parte de lucha es perfectamente reconocible para los fans: hay un ring, un árbitro, relevos si es por equipos y cuenta de tres.
Los luchadores son de todos los tamaños y estilos, desde enormes moles como Sismo a más pequeños y habilidosos como Piñatita, pasando por misteriosos enmascarados como Chupacabra.
Al público, que vibra tanto con las luchas como con los «striptease», se le anima a que venga disfrazado.
Así se ve entre los espectadores mucho cuero, enormes tacones, máscaras ultracoloridas de luchadores, escotes sin fin, capas de superhéroe… e incluso a un Wally paradójicamente perdido en esta fiesta.
«Creo que la lucha libre es para toda la gente. Es un idioma mundial. No importa si eres de Canadá, EE.UU., Francia, Japón», defendió Taya Valkyrie.
Y Fairbairn subrayó que, al margen de la apuesta por la calidad y el talento en sus shows, en Lucha Vavoom es clave «la diversidad».
«Tenemos mexicanos, argentinos, gringos, gais, heterosexuales… De todo. Es un lugar agradable para que todas las personas vengan y vean un show: la gente viene aquí y se siente a gusto», finalizó.