San Ysidro (CA), 24 ago (EFE News).- Docenas de miles de conductores y peatones en la frontera mexicana han tenido que esperar hasta 12 horas para cruzar a Estados Unidos porque la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) endureció las restricciones a cruces no esenciales.
La medida, que comenzó a implementarse cerca de la media noche del sábado al domingo, tomó por sorpresa a miles de conductores que se vieron en filas de longitud sin precedentes en Tijuana, de hasta diez millas de largo.
«En una encuesta reciente de más de 100.000 viajeros en la frontera, se encontró que la gran mayoría de los viajes transfronterizos de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales son para propósitos que se consideran esenciales», reveló CBP.
Las restricciones han estado en vigor y se han renovado mensualmente en cinco ocasiones desde marzo, por un acuerdo de los gobiernos de Estados Unidos y México para prevenir contagios del COVID-19.
Durante las restricciones solo pueden cruzar a Estados Unidos los ciudadanos estadounidenses y los residentes legales.
CBP informó extraoficialmente que antes de este fin de semana se llegaban a contar hasta 40.000 conductores y 22.000 peatones, la mayoría de ellos sin motivos esenciales para cruzar la frontera.
La situación caótica en Tijuana ha aumentado cuando la mañana de este lunes decenas de miles de personas que radican en el estado mexicano de Baja California intentaron cruzar la frontera para trabajar en el sur de California.
Muchos comentarios en redes sociales indican que las líneas de espera comenzaron a formarse en la noche del domingo y hubo conductores que pasaron al amanecer de este lunes.
El sábado, la Cruz Roja de Tijuana informó que una mujer de 87 años pereció de un paro cardiaco mientras esperaba cruzar como pasajera en un auto a San Diego.
El director ejecutivo de la organización Smarth Border Coalition, Gustavo de la Fuente, dijo este lunes a Efe que el problema se origina porque las autoridades mexicanas carecen de personal y recursos para asegurarse de que las personas que cruzan desde Estados Unidos lo hacen por motivos esenciales, como ir o regresar de trabajar, por asuntos médicos impostergables o educativos.
«En estas circunstancias, el endurecimiento a las restricciones sí va a cumplir su objetivo de disuadir a los estadounidenses sin motivos esenciales a que mejor se queden en Estados Unidos, porque no les va a gustar esperar diez o doce horas en fila para regresar», dijo De la Fuente.
Opinó que la de CBP es una estrategia que va a funcionar en unas semanas, pero más tarde ‘la estrategia va a tener un costo en la economía regional, en ambos lados de la frontera», sin decenas de miles de visitantes.
«Es una medida sanitaria y política, en una etapa preelectoral», dijo De la Fuente.