El tiempo pareció detenerse por unos instantes cuando las campanas repicaron a muerto ayer en la Catedral Basílica de Aguascalientes y las de todos los templos del Estado, que se unieron al unísono con las del país y el mundo, dando la triste nueva del deceso del Papa Francisco, acontecida a las 7:35 de la mañana –hora local de Italia- en la Ciudad del Vaticano, este lunes.
El sonido de la campana mayor, repicando lentamente a muerto, cimbró la dinámica de la ciudad el mediodía de este lunes, cuando el sonoro repicar anunció a la Diócesis de Aguascalientes y a sus moradores la triste nueva que recorrió el mundo en cuestión de segundos.
Las conversaciones cesaron por unos minutos y la pregunta de muchos era: ¿qué está sucediendo? Aunque al final, la triste nueva se propagó de boca en boca en forma masiva y, de este modo, el luto descendió sobre Aguascalientes, al igual que en toda la cristiandad.
El luto mundial se vivió desde las primeras horas de ayer, cuando la noticia se propagó y comenzaron las muestras de duelo y Aguascalientes no fue la excepción, porque las reacciones de dolor y sorpresa se dejaron sentir de inmediato entre la población, católica y no católica, ante la muerte del máximo jerarca de la Iglesia Católica, quien fue catalogado por los fieles como un santo, un hombre bueno que fue un ejemplo vivo de pobreza y humildad, pues desde el inicio de su pontificado rechazó la pompa del Vaticano y siempre vivió con austeridad.
Al amanecer de ayer, la triste nueva ya era conocida por muchos, pero otros se dieron cuenta justo cuando las campanadas de Catedral sonaron, causando una sensación de honda tristeza en todos los rincones del centro de la ciudad, mientras que la población se preparaba para participar en la misa por el eterno descanso del pontífice, que se efectuó en la Catedral, al igual que en el resto de parroquias, templos y vicarías de la Diócesis se realizaron oficios religiosos para rogar por el alma del Papa Francisco, en los que la tristeza y las lágrimas brotaron.
SORPRESIVA E INESPERADA MUERTE
La noticia fue muy sorpresiva, pues aunque convalecía de una larga enfermedad, la gente recordó de inmediato que apenas el domingo el Papa dio la bendición Urbi et Orbi a los peregrinos en la plaza de San Pedro, en donde ya se le había visto cansado y enfermo, pero nunca se esperaron que unas horas después aconteciera su partida de este mundo.
Para el pueblo católico de Aguascalientes Francisco fue un Papa bueno, lleno de bondad y virtud, quien se caracterizó por sembrar la esperanza en los más vulnerables y tuvo siempre una enseñanza recta, aplicando con su ejemplo los valores del Evangelio y de la propia Iglesia, dejando un legado perenne de amor, justicia y esperanza no sólo a los católicos, sino a la humanidad entera, desde la cátedra de San Pedro hasta el último rincón del mundo, en el que permanecerá su ejemplo y su mensaje vivo y pleno de enseñanzas desde su apostolado como máximo Jerarca de la Iglesia de Cristo.
¡En paz descanse el Papa Francisco!