México, 27 jul (EFE).- Los presidentes de México y de Honduras, Andrés Manuel López Obrador y Juan Orlando Hernández, formalizaron este sábado un acuerdo por el que el Gobierno mexicano apoyará al hondureño para aplicar un programa de empleo contra la migración forzada.
En una reunión efectuada en un vivero de la Secretaría de la Defensa Nacional en el municipio de Minatitlán del estado oriental de Veracruz, López Obrador indicó que Honduras participará en el programa «Sembrando Vida».
De acuerdo con el Gobierno mexicano, el programa busca «fortalecer los sistemas productivos agroforestales y combinar la producción de cultivos tradicionales con árboles frutícolas y maderables, con lo que se ayudará a generar empleos, se alentará la autosuficiencia alimentaria y se mejorarán los ingresos».
México apoyará a Honduras con 30 millones de dólares para crear 200.000 empleos en el país centroamericano.
López Obrador dijo que en México ya se están trabajando 500.000 hectáreas en el sur-sureste del país dentro de este programa.
«Ya están trabajando como sembradores 200.000 personas que tienen empleo y reciben un sueldo 5.000 pesos (257,5 dólares) mensuales, 4.500 pesos (231,8 dólares) directos y 500 (25,7 dólares) para ahorro», expuso.
Añadió que en 2020 se sumarán otras 500.000 hectáreas y otros 200.000 empleos. El objetivo, dijo, es que «con actividades productivas, creando empleo, se logre que la migración sea opcional, no forzada».
«Lo que queremos es que el centroamericano, el mexicano, pueda trabajar y ser feliz done nació, donde están sus familias, sus culturas», apuntó.
Indicó que Honduras participará desde ahora en este programa, y propuso que la nación istmeña también adopte el programa «Jóvenes construyendo el futuro». El mandatario explicó que en México ya hay 900.000 jóvenes participando, y que el plan es llegar a 2,3 millones.
Indicó que a cada joven se le pagan 3.600 pesos (185,5 dólares) mensuales mientras se va capacitando. «Tiene un tutor que lo va guiando. No solo lo capacita sino que lo va orientando en el camino del bien y que no lo enganchen para irse por el camino de las conductas antisociales», abundó.
«Lo que queremos es que no se quede ningún joven sin estudio y sin trabajo. Vamos de esta manera a enfrentar el grave problema de la inseguridad y la violencia. Vamos a competir con la delincuencia que se lleva a los jóvenes», añadió.
Por su parte, el presidente hondureño hizo un llamado a «todas las naciones, a los países amigos, a la banca de desarrollo, a los organismos internacionales, a conocer y apoyar una iniciativa que encierra propósitos legítimos de desarrollo y prosperidad».
«Los invito a que a corto plazo llamemos a la formación de una gran coalición internacional para la generación de empleo masivo en el Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala)», dijo Hernández.
Señaló que la economía hondureña depende en un 5 % del cultivo del café, pero que más de 90 % son pequeños productores que reciben menos de dos centavos de dólar por cada taza de café que en Nueva York puede costar cinco dólares.
«Si logramos llevar material genético de alta productividad, usar tecnología de punta para agregarle más valor al esfuerzo del productor de café, estaremos haciendo un acto de enorme justicia social», dijo.
A ello, López Obrador replicó que México apoyará a Honduras «en todo lo que se requiera» para mejorar la producción de café en ese país.
El mandatario mexicano sostuvo que se apoyará desde el desarrollo genético hasta la comercialización, además de que se revisarán los aranceles para que «no tengan ustedes ningún problema para poder vender el café».
México promueve el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica con el fin de impulsar el desarrollo y frenar la emigración.
El 20 de junio, López Obrador y el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, anunciaron el establecimiento del programa «Sembrando vidas en ese país centroamericano.
Desde octubre de 2018, se intensificó el flujo de miles de migrantes provenientes en su mayoría de Centroamérica que atraviesan México con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
México y Estados Unidos llegaron el 7 de junio a un acuerdo que se ha traducido en el despliegue de miles efectivos de la nueva Guardia Nacional en las fronteras sur y norte para controlar el flujo migratorio. A cambio, Washington suspendió por ahora su amenaza de aplicar aranceles a los productos mexicanos.