Las áreas de terapia intensiva de los hospitales que atienden el Covid-19 enfrentan de nueva cuenta un momento en extremo complicado, luego que Aguascalientes cerró ayer sábado en el segundo lugar nacional con menos disponibilidad de camas de terapia intensiva, al reportar el uso del 69% de las mismas, sólo detrás de la Ciudad de México que presentó una ocupación del 78 por ciento.
La alta demanda de camas equipadas con respirador artificial tiene en semáforo rojo a los principales hospitales públicos de la Entidad, como es el caso de los hospitales generales 1 y 2 del Seguro Social, que alcanzan nivel del 100 y 88%; el Hospital General del ISSSTE tiene una ocupación del 90% de las camas de terapia intensiva y el Hospital Hidalgo tiene en uso el 75% de la camas utilizadas en la atención de pacientes muy delicados.
En sólo 24 horas se disparó de manera exponencial la demanda de camas con respirador en los hospitales públicos, toda vez que para el viernes se tenía una ocupación del 60% y Aguascalientes aparecía en el quinto lugar nacional en este rubro, mientras que para el sábado la ocupación se fue hasta el segundo lugar nacional, únicamente detrás de la capital del país que reportó una ocupación del 78% de las camas con ventilador.
El problema se torna más critico ante el hecho de que en los hospitales no sólo se enfrenta la saturación en las áreas de terapia intensiva a causa de la creciente demanda de la atención especializada para pacientes delicados, sino que también hay complicaciones por el agotamiento que presentan los integrantes de los equipos de la llamada primera línea y porque de la misma manera hay insuficiencia de insumos, según lo han reconocido las mismas autoridades de Salud y de Gobierno.
Los reportes oficiales indican que es precisamente en las salas de terapia intensiva donde se tienen encendidos los focos rojos de alerta, puesto que en lo que son las camas de hospitalización general o de piso, la ocupación de no llega al 50 por ciento.