La agencia HR Ratings revisó a la baja su expectativa de crecimiento para 2024 y 2025, ante un escenario de debilidad en la actividad económica y la incertidumbre por el cambio de administración y la aprobación de reformas constitucionales.
Para 2024, la firma redujo la expectativa a 1.4% desde el 2.0% previo, como resultado de un menor crecimiento observado en los dos primeros trimestres respecto a lo pronosticado, lo que impactó el crecimiento acumulado para este año.
«Para 2025, el ajuste en el gasto público, aunado a la incertidumbre que rodea al cambio de administración y la aprobación de las reformas constitucionales, afecta las perspectivas de crecimiento. En este sentido, para 2025, se revisó la estimación de crecimiento a 1.10%, desde el 1.80% previo y para el resto del horizonte mantenemos la expectativa de crecimiento en 2.25% previo», informó la firma.
La firma añadió que también revisó al alza su expectativa de tipo de cambio, con lo que para el cierre de 2024 ahora estima una paridad de 19.90 pesos por dólar desde los 18.40 pesos por dólar del escenario anterior.
«En el mercado doméstico, la depreciación observada hasta el momento, en parte, se ha atribuido al resultado electoral, a las reformas constitucionales y a la incertidumbre relacionada con la dirección que tomará la política pública y fiscal en México en los siguientes años. En el entorno internacional, consideramos que las elecciones en Estados Unidos y la postura monetaria que tomen los bancos centrales de países desarrollos, especialmente en Estados Unidos y Japón, podría generar volatilidad en los meses siguientes», dijo.
Añadió que, para el cierre de 2025, se espera que el tipo de cambio alcance 20.70 pesos por dólar, contra los 19.10 de la previsión anterior.
«En términos reales suponemos una depreciación del 13.2% vs. el dólar en 2024 (-7.13% anteriormente), 2.70% en 2025 (vs. 2.72%) y para el resto del horizonte estimamos una depreciación promedio de 1.3% real anual», dijo.
«En las últimas semanas esa incertidumbre se ha intensificado con las propuestas de reformas constitucionales que cambiarían la manera de determinar la composición del poder judicial, la existencia de órganos autónomos (con la importante excepción del Banco de México) y la operación de la CFE y Pemex, asignándole mayor importancia en sus respectivos ramos dentro de la actividad económica», enfatizó.
En lo que refiere al tipo de cambio, señaló que también ha reaccionado a la incertidumbre sobre cómo los cambios constitucionales aprobados en las últimas semanas podrían impactar los diferentes sectores de la actividad económica, como por ejemplo la inversión extranjera directa, así como las relaciones de comercio exterior, especialmente derivado de los conflictos potenciales por incumplimiento del acuerdo de libre comercio (T-MEC) con Canadá y Estados Unidos.
«Estos conflictos, en un escenario más negativo, afectarían al sector manufacturero, el cual es el más susceptible derivado del importante nivel de comercio entre México y Estados Unidos..En este sentido, esto desaceleraría aún más el crecimiento económico y estresaría aún más la situación fiscal del sector público federal, que actualmente ya se encuentra comprometida como resultado de los fuertes déficits y las intenciones de ampliar el alcance de los programas sociales», dijo.