CIUDAD DE MÉXICO, agosto 18 (EL UNIVERSAL).-
La práctica del llamado ayuno intermitente puede causar posibles daños a la salud, ya que se promueve en redes sociales sin respaldo científico ni supervisión de profesionales de la salud, advirtió el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Dicho tratamiento pone al cuerpo en una situación de déficit de calorías, no es una opción a largo plazo y puede generar efectos secundarios, como sensación de hambre, irritabilidad, náuseas, dificultad para concentrarse y ansiedad.
Lilia Hernández Alvarado, coordinadora de Nutrición del IMSS en Zacatecas, señaló que el ayuno intermitente es una opción de tratamiento dietoterapéutico que se basa en la restricción alimentaria para perder peso, pero no forma parte de una alimentación saludable.
«El ayuno intermitente es diferente a lo que recomendamos como una alimentación saludable. Una alimentación saludable la basamos en el plato del bien comer, que incluye tres grupos de alimentos: los cereales como arroz, pan, tortilla; el grupo rojo, que son las proteínas de origen animal, pollo, pescado, huevo, leche y queso, y las leguminosas, que son las proteínas vegetales como el frijol, haba, garbanzo, lenteja y soya; el tercer grupo son las frutas y verduras que nos van a aportar vitaminas y minerales», dijo.
La base de una alimentación saludable es incluir un alimento de cada grupo para cubrir las necesidades nutrimentales de una persona y subrayó que la práctica del ayuno intermitente puede ser particularmente riesgosa en adultos mayores de 70 años, niños y adolescentes.
«Tampoco se recomienda en personas con antecedentes de trastornos de la alimentación, ni personas que padezcan ansiedad o depresión ya diagnosticada por un especialista de la salud mental. No lo vamos a recomendar a personas con enfermedad renal crónica porque tienen un metabolismo completamente diferente de las grasas y las proteínas, por la naturaleza de su enfermedad», indicó.
Cada organismo presenta un impacto diferente al déficit de calorías, por lo que es importante recibir una atención especializada a la hora de buscar la reducción de peso, señaló.
«Como alternativas últimamente hay varias opciones, como el ayuno intermitente, la dieta cetogénica, la dieta vegetariana; la recomendación para la población general es que llevemos una alimentación saludable, y después, considerando las características de nuestro paciente, vamos a poder adaptar alguna de las opciones terapéuticas siempre y cuando estén bien vigiladas por un especialista en nutrición, con un soporte científico», dijo.