Zinacantán (México), 1 ago (EFE).- Cientos de indígenas tzotziles celebraron este jueves una procesión para llevar de vuelta a sus santos a la iglesia de San Lorenzo, reconstruida tras los daños que el terremoto del 7 de septiembre del 2017 causó en el estado mexicano de Chiapas.
A casi dos años, las piezas de más de 400 años de existencia han vuelto a este templo del siglo XVII en una procesión que partió de la ermita en la que los santos esperaron la reconstrucción, que tuvo un costo de 21 millones de pesos (1,1 millones de dólares).
Desde antes del amanecer, autoridades tradicionales, chamanes, mayordomos, y iniciaron los rituales de prosperidad con ofrendas florales, incienso, velas y rezos acompañados de música con arpa, previos a la procesión.
«Cada trabajo o cada cosa que se coloque aquí en la iglesia tiene su formalidad. Tienen que venir ellos, los curanderos, a rezarle a las tres iglesias principales», dice Juan Jesús Pérez, presidente del patronato pro restauración del templo de Zinacantan.
Pérez resalta el sincretismo de su cultura milenaria al señalar que también se reza «a los centros ceremoniales que rodean Zinacantan, que son los cerros, la madre tierra. Piden que no nos pase nada y más que nada se pide permiso para que todo salga bien en el trabajo».
Mientras adentro de la ermita se reza, afuera esperan los tambores y las flautas y los coheteros sueltan cada hora fuegos pirotécnicos para llamar a los pobladores a acompañar la procesión de los santos patrones a su mejorada casa.
José Vázquez Pérez, alcalde mayor y una de las autoridades tradicional de Zinacantán, expresa su felicidad de que el santo patrón esté de fiesta.
«Se remodeló todo este año, ya quedó bonito, ayer quedó terminado, se arregló y ahora van a pasar todos los patrones San Lorenzo, Santo Domingo, la Virgen del Rosario, y del Santo Entierro, van a pasar todos los santos aquí», comenta Vázques Pérez.
El público agradece la tregua de temblores y pide por un año de buenas cosechas, llenando de flores y plegarias los lugares. la participación y la alegría se nota en el gran festín que se ha preparado para todo el pueblo.
Las mujeres del pueblo han sacrificado 300 gallinas de rancho para alimentar al pueblo en una comida que estará acompañada de música de viento
«La gente está muy agradecida y está muy emocionada pues toda la gente y las autoridades civiles y tradicionales están aquí presente en este día tan especial», afirma Juan Jesús Pérez, presidente del patronato pro restauración del templo de Zinacantan.
En Chiapas, el sismo de 7 de septiembre del 2017 dañó 114 inmuebles, 100 de los cuales son monumentos históricos de uso religioso, la mayoría situados en la zona Altos de Chiapas.
Juan José Solórzano Marcial, director del centro del Instituto Nacional de antropología, dijo que es un orgullo estar en esta celebración luego de haber visto que el tempo sufrió un daño severo en el sismo.
Nallely Pacheco, restauradora del Instituto Nacional de Antropología e Historia encargada de la restauración del inmueble y de las piezas religiosas, indicó que este tiene un valor histórico por la carga de fe de sus pobladores.
«El templo de San Lorenzo resultó gravemente dañado por el sismo del septiembre del 2017, parte del Techo se colapsó, varias de las imágenes se cayeron y se rompieron, en total 12», explicó.
Sostuvo que este inmueble fue edificado en el siglo XVIII y ha sido sometido a modificaciones al paso del tiempo; en los siglos XIX y XX «tuvo algunas adecuaciones ya que el estilo nos habla de una variación de temporalidad», agrega la experta.